Los videos de la violenta colisión dieron la vuelta por el país y dejaron expuesto el riesgo con el que se topan a diario los centenares de operarios que trabajaban diariamente en las terminales portuarias que se extienden al norte y al sur de Rosario.
Que el desplome del muelle granelero del complejo Terminal 6 luego del impacto de un buque el pasado 24 de abril no haya dejado víctimas fatales depende en gran medida del accionar de 6 empleados de una firma prestadora de servicios que se desempeñaban en una lancha y que vieron pasmados todo el incidente desde las aguas del Paraná.
Inmediatamente después que escucharon el estruendo se acercaron a la zona y lograron alcanzar un contenedor que estaba a centímetros de hundirse. Dentro de él se hallaba Emanuel López, que de no ser por la rápida acción de los lancheros se hubiera ahogado.
"Hacíamos nuestra labor diaria asistiendo en el amarre de los buques. Lo cierto es que observamos que el barco Ocean Treasure, de bandera de Hong Kong, venía haciendo una mala maniobra mientras se acercaba al muelle. Nos alejamos ante la colisión inminente y logramos registrar desde nuestra embarcación todo lo que sucedió después", relató Walter Montenegro, marinero de la lancha "Lola" que opera para la empresa Plus Ultra, contratista de varias terminales portuarias.
En diálogo con Vía Rosario, Walter dio cuenta de todo lo hecho en una noche donde no hubo muertos de milagro. "Tras el choque nos aproximamos y pudimos tomar conciencia de los daños: medio muelle destruido y sumergido, además de las pasarelas desplomadas. Fue ahí que vimos flotando y a punto de hundirse al contenedor", explicó.
Dentro del bloque de hierro se encontraba el operario de Terminal 6. Es que segundos antes del impacto el hombre estaba dentro del contenedor adaptado como oficina. "Puerta y ventana estaban bajo el agua. Lo amarramos a nuestra lancha y lo llevamos hasta el muelle de barcazas. Allí junto al personal de la terminal iniciamos la tarea para sacarlo del agua", sostuvo Montenegro.
Recién cuando el contenedor estaba en la superficie escucharon los gritos de Emanuel. "Estaba desorientado y pedía por favor que dejáramos de mover la estructura porque se estaba ahogando. Hizo falta cortar una de las paredes de metal para sacarlo", indicó.
Inexplicable fue la alegría de Walter y sus cinco compañeros al ver que la única persona con riesgo de muerte tras la colisión salía respirando y no presentaba heridas de consideración. "Si no advertíamos que el contenedor estaba a la deriva este hombre se ahogaba. Nos abrazamos y la emoción enseguida nos llenó los ojos de lágrimas", dio cuenta, conmovido, el marinero que hace una década se desempeña como tal.
"Habitualmente recibimos capacitación para encarar maniobras de rescate en el río, aunque nunca sabés cuándo podes llegar a ponerla en práctica", sostuvo. Walter y sus colegas marineros, Mauricio Leiva y Diego Cardozo; el patrón motorista, Luis Acevedo; y los amarradores, Víctor Chávez y Manuel Marti, fueron agasajados el viernes por la empresa donde se desempeñan.
Además, el propio Emanuel, que fue operado por una fractura después del rescate, les manifestó su intención de conocerlos en persona para agradecerles la tarea realizada.