El gabinete en pleno del Ejecutivo santafesino parece haber cerrado filas para apuntar contra el Poder Judicial tras el crimen de Rubén Ariel "Tubi" Segovia, sorprendido por sus atacantes nada más y nada menos que en su lugar de detención en el penal de Coronda. Ahora fue el turno del Ricardo Silberstein, ministro de Justicia y Derechos Humanos.
"Este caso fue la crónica de una muerte anunciada. Era previsible que podía acontecer una situación como la que sucedió", sintetizó el funcionario en conferencia de prensa este miércoles, minutos después que su par de la cartera de Seguridad, Maximiliano Pullaro, se expresara en los mismos términos.
"Es el Servicio Penitenciario el que tiene que decidir a dónde va cada detenido. Es una locura que el imputado elija a qué sitio de reclusión quiere ir", indicó Silberstein.
Para el titular de Justicia lo que falta es "sentido común" por parte de algunos magistrados. "Hay jueces que resuelven sin tener en cuenta lo fundamental: el sentido común. Resuelven sin mirar afuera", dijo el ministro a la hora de cargar contra las estructuras en Tribunales.
"Tubi" Segovia apareció muerto en el pabellón que ocupaba en Coronda, espacio que él mismo había elegido junto a su abogado, tras solicitar un hábeas corpus ante la Justicia para decidir por sí solo el sitio de detención.
"Es una situación que venimos tratando y ya lo habíamos expuesto ante el Colegio de Magistrados. Incluso el Servicio Penitenciario también ha planteado recursos judiciales para evitar que sean los detenidos los que en definitiva decidan dónde quieren pasar sus días", expresó Silberstein.
"Hoy hablamos de organizaciones criminales. No se cometen los mismos delitos que en los últimos 20 a o 30 años", reforzó el ministro para categorízar los perfiles de los delincuentes que están tas la rejas y formaron partes de algunas de las bandas que han asolado barrios rosarinos.