El repunte en la cantidad de homicidios registrados en Rosario alcanzó un pico este martes con la confirmación de tres nuevas muertes ocurridas en las últimas 48 horas, las cuales llevaron a abril a ser el mes con la mayor cantidad de crímenes de los últimos dos años y medio.
Los casos informados por fuentes de la Fiscalía mantienen el promedio de una víctima fatal por día desde que concluyó marzo, período en el que ya se confirmaron 26 homicidios. De acuerdo a los informes periódicos del Ministerio Público de la Acusación (MPA), la última vez que se registró una cifra tan alta fue en octubre de 2015, cuando en el departamento Rosario hubo 234 hechos.
Aquel fue el segundo año en el que bajó la tasa de homicidios, algo que se repitió en 2016 con un total de 179 víctimas fatales y luego con 162 casos en el último período. La tendencia, no obstante, comenzó a revertirse en noviembre pasado y el mes en curso marcó un hito en este sentido. De hecho, el registro parcial de abril de este año casi triplica el de 2017, cuando hubo al menos 9 hechos.
En poco más de tres días, la Justicia rosarina comenzó a investigar cuatro homicidios diferentes. Por el primer hecho en el que mataron a un adolescente y balearon a otra mujer de 57 años, la fiscal Marisol Fabbro imputó este martes como coautor a un joven de 19. Mientras se llevaba a cabo esa audiencia, su colega Luis Schiappa Pietra estuvo trabajando en Urquiza al 3200 sobre el asesinato de un cuidacoches golpeado y apuñalado cerca del Hospital Centenario.
Entre uno y otro episodio, el MPA fue notificado sobre el deceso de dos jóvenes que estaban internados tras sendas balaceras en las zonas noroeste y sudoeste de la ciudad. Alan Gómez, de 16 años, fue operado dos veces durante las últimas tres semanas por un disparo en el abdomen y murió este domingo por la madrugada en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Horas después corrió la misma suerte Mauro Ezequiel González (20), quien sufrió un shock séptico en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria a raíz de un balazo en la pierna.