Nacho Scocco debutó como tatuador precisamente haciéndole un dibujo a quien habitualmente lo tatúa. El goleador rojinegro le dejó su marca en la piel: le escribió el número 32.
Nacho no quedó muy conforme con lo su trabajo, y por eso avisó que será el primero y el último.
Cientos de hinchas se ofrecieron para que Nacho también les haga un tattoo.