Si bien inicialmente se especulaba con un encuentro inmediatamente después de las medidas de fuerza que determinaron los gremios docentes y estatales esta semana, el gobernador Miguel Lifschitz adelantó que "la idea en principio" es retomar el dialogo a principios de la semana entrante.
Durante una recorrida de las obras de ampliación de la planta potabilizara de Granadero Baigorria que permitirá extender el acueducto Gran Rosario, el mandatario insistió en que "no hay mucho margen" para modificar la oferta deslizada en las últimas reuniones paritarias.
"Lo decimos de entrada, no hay mucho margen, pero siempre hay predisposición para encontrar una salida", reiteró el gobernador en una estrategia para intentar forzar las negociaciones a la baja en relación a lo que pretenden los referentes sindicales que se sientan a la mesa de discusión.
"La idea es estudiar alternativas con los gremios en el marco de un contexto nacional donde todos los acuerdos paritarios que conocemos están por debajo del 15 por ciento", amplió Lifschitz.
El ofrecimiento del Estado provincial había sido del 15 por ciento de aumento, a pagar 5 por ciento en marzo; 5 por ciento en julio; y 5 por ciento en octubre; y además propuso el pago del 1.8 por ciento retroactivo a enero.
El ministro de Gobierno Pablo Farías, a cargo de la convocatoria a los gremios, anticipó en la semana que la Provincia tratará de distribuir “de la mejor manera los recursos en los distintos tramos de aumentos salarial para que impacten lo más anticipadamente posible, sobre todo en las categorías con ingresos más bajos, tanto para docentes como para estatales”.
Lifschitz en las últimas horas al hablar de la nueva propuesta a presentar ante los sindicatos incurrió en un fallido y deslizó que la nueva oferta pudiera girar en torno al 18 por ciento de suba, aunque dicha pauta fue desmentida y se especula con una esquema que estipule dos tandas de aumentos y no tres como inicialmente se había establecido, además de la incorporación de una cláusula gatillo.