Pocas horas después del inicio del paro contra el despido de 40 trabajadores en plantas de Cargill, la multinacional emitió un comunicado este martes para indicar que la reestructuración en las terminales de Alvear y Bahía Blanca "involucra el reemplazo de determinados perfiles con el objetivo de adaptarlos a las nuevas necesidades del negocio en un entorno cada vez más exigente y desafiante".
"Las posiciones serán reemplazadas con nuevo personal contratado como empleados de Cargill en cada una de las zonas y en las mismas condiciones de contratación actuales", informó la compañía en relación al proceso que había puesto en marcha semanas antes con la apertura de retiros voluntarios.
La multinacional reconoció "la desvinculación de un grupo limitado" de personas "de sectores operativos de dichas plantas" y aclaró que los mismos "fueron notificados" sobre la decisión. Sin embargo, remarcó: "El objetivo de esta medida no es la eliminación de puestos de trabajo ni su 'tercerización', sino garantizar la continuidad de las operaciones de forma efectiva y eficiente, compatibles con los nuevos desafíos del negocio".