El grueso de los entendidos coinciden en que este verano la altura del río es óptima por una lado para garantizar un disfrute pleno de la zona de playas y por el otro, para alejar a las palometas que siempre se encuentran en el cauce del Parará, pero que suelen morder a los bañistas cuando es bajo en nivel del agua.
Aunque hay coincidencias respecto de que la del 2018 será una temporada sin la presencia de los peligrosos cardúmenes en la costa, desde el renovado Acuario se lanzarán alertas tempranas para advertir a los guardavidas en caso que la temperatura del agua aumente, hecho que colabora con la llegada de palometas a los balnearios. Así lo confirmó Andrés Sciaria, director de la institución.
El plan del Acuario es el de realizar mediciones continuas para eventualmente dar aviso a los bañeros ya que ni en La Florida, ni en la Rambla Catalunya hoy hay una protección específica que evite la llegada de palometas.
En otras ocasiones, con menor altura en el Paraná, se incorporaron mallas protectoras para prevenir mordeduras.
Otro elemento que colabora con la posibilidad de aumentar los ataques es el calor intenso y prolongado durante varios días. Como los peces no regulan la temperatura con variaciones térmicas en el agua suelen moverse de sus espacios habituales y pueden acercarse a sectores con mayor presencia humana. Hasta el momento no se ha registrado una ola de calor persistente, por lo que aseguran que una mordedura en la actualidad es poco probable.