Cómo prevenir que bebés y niños se ahoguen en piletas

Recomendaciones de especialistas para evitar accidentes en la temporada estival.   

Cómo prevenir que bebés y niños se ahoguen en piletas
Recomendaciones para prevenir que los niños se ahoguen en las piscinas\u002E

La seguridad en el agua es importante a cualquier edad pero en el caso de bebés y niños se debe tener especial cuidado. Con la llegada de la temporada estival los especialistas recomiendan a los padres tener suma precaución con los pequeños que puedan encontrarse cerca de una piscina, porque en el mínimo descuido puede registrarse un accidente.

Entre las recomendaciones está el no dejar a los chicos a cargo de menores de edad, sino siempre con un mayor responsable y, de ser posible, establecer turnos de vigilancia para que en ningún momento la supervisión decaiga.

Se debe detectar si el niño podría llegar solo al agua en un descuido y en caso afirmativo poner medidas para evitar que esto suceda, incluyendo, por ejemplo, el uso de vallas protectoras.

También se recomienda a lo padres que enseñen a sus hijos a nadar lo antes posible, como medida de prevención. Otro punto importante a tener presente es contar con dispositivos de rescate por si ocurriera algún accidente.

Los flotadores y bracitos no son medidas de seguridad adecuadas para los niños. Tampoco el uso de colchonetas ya que dan sensación de falsa seguridad, según los especialitas..

Resulta adecuado extraer todos los juguetes de la piscina cuando los niños dejen de nadar para impedir que intenten recuperarlos cuando no estén bajo la supervisión de un adulto y en los casos en los que tengan piletas inflables, deben vaciarse completamente en cuanto dejen de utilizarlas.

También es importante enseñarle a los niños el Infant Swiming Resource (ISR), una técnica de autorescate acuático. Este método estadounidense puede ser instruido en bebés a partir de los seis meses hasta los seis años.

¿Cómo funciona?

En los casos en los que no haya sido posible prevenir el accidente en la pileta y sea necesario rescatar al menor, resultará fundamental la reanimación cardiopulmonar (RCP). Los pasos son:

1. Verificar el nivel de consciencia del niño. Preguntar cómo se encuentra o practicarle leves sacudidas o palmadas, siempre y cuando se tenga la certeza de que no padece ninguna posible lesión en el cuello o en la cabeza debido a un accidente. Se debe observar si se mueve o emite algún ruido.

2. Si el niño responde moviéndose o verbalmente, se recomienda pedir ayuda a un profesional para que descarte posibles complicaciones.

3. Si no se obtiene respuesta se debrá colocar al niño boca arriba sobre una superficie dura y plana con las extremidades alineadas. Es importante evitar torcerle la cabeza y el cuello, ya que si el niño ha sufrido un accidente podría tener lesiones cervicales.

4. Abrir las vías respiratorias. Para ello se realizará la maniobra frente-mentón destinada a facilitar la entrada de aire por la boca. Para evitar que la lengua caiga hacia atrás, se debe levantar la barbilla con la cabeza fija y con una mano. A la vez, con la otra mano se inclinará la cabeza del niño hacia atrás empujando la frente hacia abajo con la otra mano. En caso de presencia de un cuerpo extraño visiblemente y fácilmente extraíble en la boca, se intentará retirarlo con la punta de los dedos, pero nunca se debe realizar un barrido a ciegas de la cavidad bucal.

Si el niño continúa sin respirar será necesario realizar respiración artificial (boca-boca). Para ello, se deberá colocar de rodillas junto a la cabeza del niño y seguir los siguientes pasos: Será necesario tapar la nariz del niño, inspirar profundamente, colocar nuestros labios alrededor de la boca del menor y hacer cinco insuflaciones de rescate (soplos) uniformes hasta comprobar que el tórax del niño se eleva.

Retirar la boca para tomar aire y observar que el tórax vuelve a bajar. Entre cada insuflación se debe mantener la posición de la cabeza y las manos, pero retirar la boca para facilitar la respiración.

5. Valorar y comprobar la respiración del niño. Se debe poner el oído cerca de la nariz y boca del niño y observar el tórax para comprobar si respira. Si hay alguna duda se recomienda actuar como si no fuera normal.

6. Si respira, se le colocará en posición lateral de seguridad (PLS) siempre que sea posible y se llamará a urgencias comprobando en todo momento su respiración hasta la llegada de los equipos asistenciales.