A partir de febrero la tarifa de energía eléctrica subiría entre un 35% y 40% promedio. El cálculo surge a partir del pedido de incremento que realizó la Empresa Provincial de la Energía (EPE) del 15,8%, que se suma al aumento confirmado por la proveedora mayorista Cammesa.
La boleta de la EPE se compone de 3 elementos: el costo de la energía mayorista, los impuestos y los insumos internos de la empresa. Este último ítem es potestad de cada provincia ajustar, y este miércoles la firma provincial elevó un medido a la Secretaría de Energía santafesina para actualizar en un 15,8%.
El aumento sería un promedio, se aplicaría de una sola vez y sería el único del año. "Se trata de un monto muy por debajo de los acumulados inflacionarios de la última audiencia realizada en noviembre del año pasado", manifestó Marcelo Casín, gerente general de la EPE y agregó que el incremento se justifica para que el servicio "siga siendo sustentable".
Claro que a ese monto deberán sumarse los costos mayoristas, algo de lo que Casín se excusó de opinar, pero admitió que cualquier modificación será trasladada al usuario. Cammesa, a quien la EPE la compra la mitad de la energía que usa, incrementó cerca de un 38% sus tarifas.
De ahí resulta que entre la suba de insumos y de la proveedora mayorista, a los que hay que sumarles el componente impositivo, es dable pensar que la tarifa sufrirá un incremento de entre 35% y 40%.