Un imputado arrepentido en la causa por juego ilegal y extorsiones de Rosario por la que fue allanada la vivienda del fiscal Gustavo Ponce Asahad reveló que le entregaba "entre cuatro y cinco mil dólares" mensuales al funcionario judicial desde hace un año, denuncia que fue corroborada por "evidencia objetiva", informaron voceros de la investigación. En el hecho también estaría involucrado el fiscal regional de Rosario, Patricio Serjal.
Según el empresario del juego Leonardo Andrés Peiti, acusado arrepentido en la causa, hace 10 días el fiscal le solicitó llevar a 10.000 dólares el aporte mensual, tras brindarle datos sobre una investigación que realizaba contra él el Organismo de Investigaciones (OI) de Santa Fe.
Esos elementos los reveló este viernes durante una rueda de prensa el Fiscal General de Santa Fe, Jorge Baclini, quien dijo que también estaría involucrado en el caso de presuntas coimas el Fiscal Regional de Rosario, Patricio Serjal.
Serjal enfrenta además un proceso sancionatorio en la comisión de Acuerdos de la Legislatura provincial por la compra de dos automóviles marca Toyota en una concesionaria a cuyo dueño había beneficiado con la clausura de una causa por delitos económicos.
Según el Fiscal General Baclini, los dichos del arrepentido "son corroborados por el abogado del señor Peiti, que también prestó declaración y manifestó que tuvo una reunión con el fiscal". Agregó que también fueron confirmados "por un testigo que dice que es quien acompañaba al señor Peiti a hacer las entregas".
Leonardo Peiti es un empresario que posee salas de juego legales en las provincias de Formosa, Misiones y en Paraguay, pero también participa del negocio ilícito del juego clandestino, explicaron fuentes judiciales. Esta tarde fue imputado por extorsiones y juego ilícito como parte de una banda cuyo jefe, Maximiliano "Cachete" Díaz, es un lugarteniente del jefe de la narcobanda "Los Monos".
Los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizado que investigan el caso chequearon, además, que los dichos del arrepentido coinciden con las imágenes de cámaras de seguridad de trayectos que realizó Ponce Asahad hasta los lugares donde se encontraba con Peiti.
"Uno fue la semana pasada con el abogado, quien rechazó los pedidos que se le hacían. Y otro con Peiti el 9 de julio, y las cámaras hacen el rastreo del encuentro", sostuvo Baclini. Además, existen cruces telefónicos corroborados en la causa y mensajes del fiscal alertando al investigado sobre el avance de la pesquisa.
Los investigadores pretenden confirmar también un presunto encuentro que se realizó "en un hotel de Buenos Aires" entre los dos fiscales y el imputado por juego clandestino y extorsiones.
"También hay mensajes de Whatsapp que habría enviado el empleado de la fiscalía que trabaja para el doctor Ponce, y cruce de llamados que explican las conexiones", abundó Baclini.