La situación social de Rosario se agravó en los últimos meses. A los sectores más vulnerables que cada vez más dependen del Estado para subsistir, se les sumaron otros más cercanos a la clase media, personas que contaban con trabajo, obra social y vivienda, pero que lo han perdido todo.
"Hasta el año pasado, la demanda social que llegaba era de personas de las cuales ya teníamos registro por haber atendido previamente a hermanos, padres u otros familiares directos. Pero ahora también llega gente cuyas familias nunca se habían acercado a pedir ayuda", explicó María Laura Capilla, secretaria de Desarrollo Social de la Municipalidad de Rosario.
En diálogo con Vía Rosario, la funcionaria indicó que en su mayoría son jóvenes de entre 23 y 30 años, con estudios en su mayoría completos, que tenían un trabajo formal o informal, y que provienen de familias que no habían registrado inconvenientes sociales con anterioridad.
"Son personas que acaban de perder el trabajo, la obra social, o los desalojaron de la vivienda que alquilaban, y tienen un shock fuerte, porque no están acostumbrados a pedir", sostuvo. Es por eso que lo primero que se hace con ellos es brindarle contención y apoyo para que puedan transitar es duro momento.
Luego se les brinda asesoramiento y orientación en lo que necesiten, como puede ser una asistencia jurídica en el caso de un inminente desalojo o redireccionamiento a la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo ante la falta de vivienda.
También se les brinda asistencia técnica y financiamiento a quienes tengan algún emprendimiento pensado o en marcha. Por último se otorgan ayudas económicas puntuales en caso de extrema necesidad o problemas de salud. Otra cuestión que ocupa a la Secretaría es la gestión de la Asignación Universal por Hijo, tarjetas de ciudadanía y asesoramiento en Anses por pensiones.
A su vez, Capilla resaltó que mes a mes se debe subir el presupuesto destinado a comedores escolares, copas de leche, cajas con alimentos y tarjetas de ciudadanía. "La situación se va complicando, y la sensación que tenemos de hablar con la gente es que cada vez cuesta más llegar a fin de mes", cerró.