La mujer descuartizada se habría negado a venderle su casa a la pareja acusada de asesinarla

Fue imputada por Homicidio calificado por codicia la pareja detenida por el asesinato y posterior descuartizamiento de María Isabel Ruglio, la mujer encontrada en pedazos en el arroyo Saladillo. El hombre y la mujer recibieron prisión preventiva.

El fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta, les imputó a M.A.F. de 53 años, y a J.R.C. de 56 años el hecho ocurrido entre las últimas horas del 6 de febrero y las primeras del 7, cuando mataron a Ruglio y trozaron en siete partes utilizando diversos elementos cortantes.

Luego colocaron el material anatómico en bolsas de residuos para luego arrojarlas al arroyo Saladillo a la altura del Parque Regional Sur de la Ciudad de Rosario, con el objetivo de apropiarse de la vivienda de la víctima.

"Pudimos constatar que esta pareja hacía un año que vivía en la parte posterior de la vivienda, con autorización de la víctima. Pero luego intentaron comprarle la propiedad a la dueña con el dinero de la venta de un departamento Fonavi y una indemnización, pero la mujer se negó y esto habría provocado este desenlace", explicó Spelta sobre el móvil del crimen.

El fiscal presentó como pruebas el reactivo al luminol que encontraron en una pileta, donde se habrían producido los cortes, en un desagüe y en elementos de corte, que debe ser cotejados con los restos de Marisa, tal como conocían los vecinos a la víctima.

El funcionario del Ministerio Público de Acusación (MPA) destacó las numerosas contradicciones encontradas en la declaración de estas personas, quienes primero dijeron que no les tomaron la denuncia de la desaparición de Ruglio por no ser familiar directo. Sin embargo el día en el que se hallaron los restos, se presentaron ante una comisaría y sí pudieron hacer la denuncia.

Además, cada vez que un familiar de la víctima llamaba al teléfono fijo de la propiedad, que se encontraba en una zona en la que ellos no debían tener acceso, eran este hombre o su mujer quienes atendían, lo que demuestra que habían tomado por completo la casa pese a que supuestamente no sabían que Marisa no iba a regresar.

"Cuando allanamos la vivienda, la habitación de Ruglio estaba completamente revuelta y con objetos apoyados en la cama", dijo Spelta, dando a entender que esta pareja ya se había apropiado del lugar.

El juez de Primera Instancia, Florentino Malaponte, tuvo por admitida y formalizada audiencia imputativa, dictando la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para ambos imputados.