Familiares de Carlos Daniel Orellano, el joven que fue encontrado muerto en el río Paraná a la altura de La Fluvial tras desaparecer de un boliche del complejo, abonó la hipótesis de que el joven cayó o fue arrojado al Paraná por personal de seguridad de la discoteca. No obstante, el planteo no logró ser confirmado por la Fiscalía.
"El delito que cometió Carlos es el haber entrado al VIP sin pulsera", expuso ante las cámaras el padre del joven que concurrió con amigos al boliche Ming ubicado a pocos metros del edificio de la Estación Fluvial.
Siempre según la versión de la familia Orellano, el joven habría sido golpeado fuera de la discoteca y por alguna razón acorralado en la baranda de la costa. "Pasó la baranda para que dejaran de pegarle y cayó, o fue arrojado incosciente al agua. Yo me oriento a la última opción ya me hijo nadaba muy bien y podría haber alcanzado fácilmente las escaleras de los muelles", añadió el padre.
"Entendemos que la Fiscalía debería estar analizando la posibilidad de detener a los agentes policiales que hacían adicionales y jefe de la seguridad privada del boliche a partir de severas contradicciones que aparecen en relación al hecho", mencionó, por su parte, el abogado Salvador Vera, que asesora a los familiares de Carlos para intentar esclarecer el episodio.
Vera sostuvo además que el boliche volvió a abrir en la noche del lunes y madrugada del martes pese que ya estaba hecha la denuncia sobre la desaparición del joven. El abogado indicó también que la Agencia de Investigación Criminal (AIC) pudo extraer muestras de sangre que al parecer marcaron un sendero desde la puerta de la discoteca hasta la baranda del río.
El hallazgo
Horas más tarde, fue el propio papá de Carlos quien reconoció que el cuerpo hallado en el río Paraná, a la altura de La Fluvial, es el de su hijo. La Prefectura Naval buscaba desde el lunes a una persona que había caído al río, según la denuncia que había realizado el propio personal policial.
Se solicitó la toma de testimonios a amigos de Carlos Orellano, posibles testigos que concurrieran al boliche Ming en la noche del domingo y madrugada del lunes, del personal de seguridad, y del personal policial de adicional.
Se solicitó la nómina de empleados, contratados, trabajadores eventuales, y adicionales de seguridad del boliche bailable la noche del 23/24 de febrero.
Se secuestró material informático que pudiera contener los videos de las cámaras de seguridad del local, y se encomendó el relevamiento y secuestro del contenido de las demás cámaras de seguridad, privadas y públicas, de zona de influencia. También se secuestraron los celulares de todo el personal de seguridad que trabajó esa noche, como de los empleados policiales de adicional.
El trabajo de la Fiscalía incluyó la solicitud de las cartas de incidencia y llamados al 911 y a la central de Prefectura Naval, de esa fecha, que pudieran tener relación con el hecho.
Investigación paralela
El MPA indicó además que se inició otra investigación de oficio, A partir de la tardanza en que la Comisaría 2° efectivizó algunas medidas encomendadas por la Fiscalía. En ese contexto se secuestró el libro de guardia del destacamento. Se solicitó la intervención de la Agencia de Control (ex Asuntos Internos) y el caso quedó en manos de la Unidad Fiscal de Violencia Institucional.