A más de 30 meses del cierre por inundaciones en el sur de la provincia de Santa Fe, se anunció para este martes la rehabilitación de la Ruta Nacional 7 a la altura de la laguna La Picasa. Desde Vialidad estimaron que la reapertura beneficiará directamente a 3.000 usuarios diarios en la región.
El corredor afectado por el desborde del espejo de agua a principios de 2017 se encontraba cerrado sobre un tramo de 11 kilómetros en el que ahora podrán circular autos, ómnibus y camiones. Para los primeros se fijó una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora, mientras que los últimos dos tipos de vehículo no podrán superar los 60.
Para garantizar la seguridad a la hora de transitar la zona, las autoridades anunciaron la instalación de un radar en la mitad del trayecto entre las comunas de Diego de Alvear y Aarón Castellanos. A su vez, personal de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) fue asignado por 30 días para monitorear el paso vehicular y verificar el cumplimiento de medidas de seguridad.
Desde la Dirección de Vialidad destacaron que la finalización de las obras permitirá descongestionar las rutas nacionales 8 y 33, a las cuales tuvieron que recurrir transportistas y particulares como caminos alternativos cerca del límite con las provincias de Córdoba y Buenos Aires.
Una vez que bajó el nivel de La Picasa después de meses, la larga restauración requirió bacheo superficial y profundo, así como recuperar parte del material de protección que se había desprendido en la crecida. Se construyeron muros de contención y taludes junto con la colocación de defensas metálicas y el reacondicionamiento de banquinas, además de la demarcación horizontal y vertical sobre la traza con pintura y cartelería.