Expendedores de nafta de Rosario advirtieron que las petroleras están retaceando la entrega de combustible, en clara presión para lograr un incremento de precios por la devaluación. La situación más complicada se registra en el diesel.
"Las petroleras actúan como cualquier mayorista al que le congelan el precio: retacea el producto. En un relevamiento hecho sobre 14 estaciones de servicio de una bandera, se detectó que nueve estuvieron con quiebre de stock", indicó Daniel Giribone, titular de la Cámara de Estaciones de Servicios, Garages y Afines de Rosario (Cesgar).
Agregó que el problema se está registrando mayoritariamente con el diesel Premium, y en cambio fueron pocos hasta ahora las denuncias por faltante de naftas. "Nos dejan dos o tres días sin producto. En mi caso, nos quedamos sin diesel y nos dijeron que recién el mes que viene nos volverán a entregar", apuntó en diálogo con Vía Rosario.
Destacó que algunos que logran abastecerse lo hacen pagando un sobreprecio de hasta $7 por litro. "Es cierto que hay un atraso en los precios, porque en lo que va del año al ajuste fue del 20%, pero mientras tanto la demanda sigue cayendo", dijo.
En Rosario la caída interanual de las ventas ronda el 10%, lo que implica la pérdida de un volumen similar al generado por cuatro estaciones de servicio. "Pensábamos que con el congelamiento tarifario (decretado en agosto) íbamos a vender más, pero eso no sucedió. A eso se suma que con tarjetas cobramos recién a los diez días hábiles, y cuando lo hacemos muchas veces no nos alcanza para reponer el producto", explicó.
"En el último tiempo no se han producido cierres, pero sí hubo una gran descapitalización: hoy te quedás sin combustible y es muy difícil reponerlo", sostuvo y agregó que la relación de fuerzas entre los estacioneros y las petroleras es muy desigual. "Ellos son pocos jugadores que ahora se agruparon en una cámara, manejan los precios y ahora presentaron un recurso de amparo contra el congelamiento", graficó.
Cabe recordar que el 13 de noviembre vence el plazo fijado por el Gobierno en el que no se podía subir el precio de los combustibles. Y si bien las petroleras presionan por un ajuste del 20%, teniendo en cuenta el fuerte impacto que esto generaría, se está negociando otro de 6%.