Los allanamientos a las oficinas de BLD en Puerto Norte fueron el corolario de la brutal caída de la empresa que comenzó a despedir masivamente a buena parte de sus empleados por falta de fondos. Se esperan nuevas denuncias.
La reestructuración de la firma implicó la desvinculación de 360 empleados directos en Rosario, relacionados mayoritariamente al área de granos y valores que la firma dejó de trabajar. Los que sí continuarán serán las 100 personas que se desempeñan en la granja de cerdos.
"Se trata de un sector vinculado a servicios, industrialización y exportación de granos, los negocios en los que nos enfocaremos a partir de ahora", indicó el presidente de la compañía, Fabio Bini, al portal de negocios Punto Biz.
A aquellos que no continúen se les ofrecerá una indemnización en tres cuotas: 50%, 25% y 25%. Trascendió que BLD está vendiendo equipos, computadoras y mobiliario de su oficina de la torre Nordlink para costear parte de esos pagos.
El desplome de la cerealera provocó un ahogo financiero en corredores de cereales, agentes de bolsa, servicios logísticos, de acopio y venta de granos, pero afectó sobre todo a productores, que acudieron a la Justicia con denuncias penales.
Primero una veintena de ellos denunció por estafa y administración fraudulenta al directorio de BLD. Luego el Acopio Arequito presentó otra, mientras que Ceibo Cereales sumó un pedido de quiebra y una denuncia por lavado y evasión en la Justicia Federal. Esta semana se agregaría otra.