La Fiscalía pidió que se condene a reclusión perpetua a dos hombres de 34 y 33 años, acusados de matar en 2016 por un problema de drogas a Fabricio Zulatto, un joven de 21 años que jugaba al futsal en Newell's.
Se trata de Omar Darío Motier, presunto autor material del asesinato, y Andrés Soza Bernard, acusado de instigador, y quien al momento del crimen cumplía en libertad una condena de 13 años de prisión por el homicidio de su novia. Además enfrenta también una causa federal por venta de estupefacientes.
La fiscal acusó a ambos de homicidio calificado por haber sido cometido por precio o promesa remunerativa, agravado por el uso de arma de fuego. De acuerdo a la investigación, el licenciado en Comercio Exterior Soza Bernard habría contratado a Motier, alias "Pilo", para matar al joven.
Zulatto desapareció el 9 de agosto de 2016 luego de avisarle a su madre que salía en su auto a comprar un cargador de celular, y de enviarle un mensaje por Whatsapp a su novia, que estaba en el exterior.
Tras no tener noticias de él, la familia denunció su desaparición al día siguiente y un grupo de amigos del joven encontró el auto en Suipacha al 700. De acuerdo a la investigación, un video de una cámara ubicada en esa cuadra filmó cuando una persona dejaba el vehículo estacionado y descendía por la puerta del acompañante.
Ante su difusión pública por parte de la Fiscalía, los amigos de Zulatto identificaron a esa persona como "Andrés", un "transa" al que le solían compraban drogas cerca de la Terminal de Ómnibus. Tras la difusión de sus imágenes, finalmente lo capturaron, al igual que al cartonero "Pilo" Motier.
El 11 de agosto se encontró en el lugar donde Soza Bernard tenía su bunker de droga el cuerpo de Zulatto enterrado en el baño. La autopsia determinó que el joven había recibido tres disparos en la cabeza.
También fue detenida otra persona que habría ayudado a tapar el pozo donde enterraron a la víctima, que fue quedó acusada por encubrimiento, aunque no llegó a juicio. Los amigos de la víctima testimoniaron que Zulatto había tenido una discusión con Soza Bernard unos meses antes del crimen.
Cuando fue detenido por el crimen de Zulatto, la Policía encontró en su domicilio 700 gramos de marihuana, una bolsa con cocaína y 100 mil pesos en efectivo, por lo que fue procesado por comercio de estupefacientes, señalaron las fuentes.