En medio de las crisis hídrica reinante en el sur provincial, la tensa relación que existe entre las administraciones de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires por el manejo de las aguas se reflejó este lunes cuando liberaron un canal que por declive natural debía evacuar parte del caudal de La Picasa y tenía las compuertas soldadas.
La canalización en cuestión está en territorio bonaerense y por avisos de productores agropecuarios fue el presidente comunal de Aarón Castellanos (Santa Fe) el que terminó con herramientas propias abriendo el paso del agua que debe escurrir hacia la cuenca del río Salado (Buenos Aires).
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"El canal permite sacar de manera controlada los 5 m3 que Buenos Aires acepta desde La Picasa. Cuando llegamos a la zona vimos que las tres compuertas instaladas allí estaban cerradas. Intervenimos y pudimos abrir dos de las tres barreras. Falta una que no pudimos habilitar", precisó Walter Ramanzín, jefe comunal de Aarón Castellanos, en contacto con Vía Rosario.
"No sabemos si acá hubo desconocimiento o un interés deliberado en que el agua se quede en la laguna", explicó Ramanzín, sobre una canalización que por estar en Buenos Aires, está bajo jurisdicción del personal de Asuntos Hídricos de la vecina provincia.
El problema con el canal bloqueado muestra el manejo discrecional que se hace en las adyacencias del espejo de agua que debido a la ausencia de poblaciones, permite muchas veces trazar cursos clandestinos. "Las compuertas las debería controlar Buenos Aires y no lo hacía. Alguien debe dar explicaciones", sostuvo, por su parte, Juan Carlos Duhalde, presidente del Comité de Cuenca de La Picasa.
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