Rosa Sabena, la madre de Nicolás, desaparecido en Río Cuarto en el 2008, aseguró que el secuestrador de su hijo habría proferido amenazas en su contra en la cárcel.
Indicó que, en dos oportunidades, cuando pidió la prisión domiciliaria, testigos escucharon que José Vargas decía que quería salir para vengarse y "chuparla" (hacerla desaparecer).
Sabena presentó la denuncia ante el fiscal Javier Di Santo. El pedido de prisión domiciliaria le fue rechazado en dos oportunidades a Vargas, sin embargo, hay pediente de resolución un pedido de cese de prisión para los Vargas.
La Defensa de José Vargas y sus dos hijos sostiene que les corresponde la libertad inmediata porque hace más de tres años que están presos sin sentencia firme, porque el Tribunal Superior no resolvió la casación.
Para Rosa Sabena, el cese de prisión "no es viable" porque los Vargas " ya tuvieron una sentencia, fueron condenados y el Tribunal Superior a su juicio no tiene plazo para resolver". La disputa tiene que ser zanjada por la Cámara del Crimen número 2.
Nicolás Sabena discutió con su familia y se fue de su casa en septiembre del 2008. Estuvo viviendo en la casa quinta de los Vargas Parra, considerada "un aguantadero" por la Policía. Allí se perdió su señal de celular. Tenía 21 años. Nunca más se supo de él.
