Ignorando la cuarentena obligatoria, los muchachos decidieron pasar un momento al aire libre y se reunieron en torno a un asador, en General Cabrera.
Todo iba bien, la carne crepitaba y el humo embriagador se elevaba desde la parrilla, cuando alguno de ellos dio la voz de alerta al ver a las fuerzas del orden y comenzaron una huida que fracasó.
Es que el asadito fue motivo de una llamada a la Policía, que al recibir la denuncia acudió al lugar y tras el escape fallido concretó la detención de 10 muchachos que participaban del frustrado banquete.
Para la anécdota quedará que los comensales huyeron dejando todo en el asador, la picada y las bebidas con las que se deleitaban mientras esperaban la hora de comer.
Todos fueron detenidos y quedaron imputados por violación a los artículos 205 y 239 del Código Penal argentino: desobediencia a la autoridad y atentado a la salud pública, según informa La Voz del Interior.