Ignacio Granados y Julia Borda se lanzaron a la aventura abordo de su casa rodante, en búsqueda de poder lograr su objetivo: poder disfrutar del Mundial de Qatar 2022. Sin embargo, larga trayectoria está teniendo muchos más problemas de lo que esperaban. La misma situación viven Justina Aguirre Saravia y Federico Guevara, que también quedaron varados sin poder entrar. “Chiqui Tapia tiene que ayudarnos a abrir las puertas”, reclaman.
Ignacio y Julia ya viajaron al Mundial de Rusia, en 2018, desde donde regresaron a la Argentina. Él es de Rosario, fanático de Newell’s. Ella, de Rafaela. Y juntos muestran todo lo que viven en una cuenta de Instagram; @unviajedeidaa. Sus historias muestran la cotidianeidad de las dificultades hasta llegar al país anfitrión, pese a que, en principio, cumplían con todas las reglas. A menos, claro, que aparezcan nuevas sobre la marcha.
Lo cierto es que se lanzaron a la carretera desde España, con un largo derrotero, con la esperanza de que su motorhome le permita abaratar costos. Lo cierto es que, al llegar a Asia (luego de pasar por Francia, Italia, Croacia, Montenegro, Turquía, Albania, entre otros) las cosas se complicaron bastante.
Después de una serie de complicaciones en las aduanas de Turquía e Irán para pasar el vehículo, y al llegar a Emiratos Árabes Unidos (en donde se se sacaron una foto con Pablo Aimar), se encontraron con un enorme inconveniente: “cuando ya habíamos hecho siete mil kilómetros Qatar sacó una reglamentación que prohibía el ingreso de vehículos. Después eso se destrabó pero pusieron dos requisitos: pagar un canon de 1.500 dólares y un mínimo de tres personas por vehículo”, le contó Ignacio a La Capital de Rosario.
“En un momento nos resignamos y pensamos en pagar el canon. Pero somos dos personas y nos cuesta conseguir la tercera. Estamos muy complicados. Tenemos todo en regla para ingresar. Tengo todo, las entradas, una invitación de un qatarí que me invito a parar en su casa... Pero hicimos el viaje para llegar con nuestra casa”, completó.
La otra pareja, compuesta por Justina Aguirre Saravia y Federico Guevara, son ingenieros, tienen 32 años y dejaron sus trabajos, en abril volaron desde la Argentina hacia España y allí compraron una combi para dirigirse a tierra qatarí para ver el sueño de la Scaloneta levantando la Copa del Mundo.
Por eso, a la distancia, están pidiendo ayuda a las autoridades, a la Embajada, a la Asociación del Fútbol Argentino, a quien pueda darles una mano.