“Fue una Navidad tranquila. Hace mucho tiempo que no teníamos sobresaltos”. Con esa frase, un funcionario municipal resumió la madrugada de Navidad. Es que no hubo sobresaltos y los controles se disminuyeron, luego de que los organizadores de las dos fiestas que iban a realizarse (en el sureste y en el oeste de la ciudad) finalmente no se concretaron, por decisión de los propios organizadores.
El 107 debió atender a una mujer que se encontraba herida por una arma blanca. Esto dio en el marco de un contexto de violencia de género.
Hubo tres accidentes de tránsito (ninguno de gravedad) y no se debieron atender lesionados por pirotecnia.