Rafaela tendrá, a partir de la semana que viene, dos equipos en las principales categorías del ascenso del fútbol argentino. De Atlético, no hay mucho más que agregar: 1.000 partidos en el ascenso y varios años en la Primera División. El “9″, en cambio, regresa a la tercera categoría, luego de más de una década en el Argentino B y Torneo Federal Amateur. Pero, en las últimas horas, se coló una posibilidad: la de que la ciudad volviera a tener la chance de recibir las hinchadas visitantes.
De acuerdo a “El Sol Noticias”, que recoge la realidad de la zona sur de Buenos Aires, hubo gestiones para que cerca de 4.000 hinchas de Quilmes pudieran ingresar al Nuevo Monumental a finales de mes. Esto fue confirmado en la mañana de este sábado, en una entrevista al presidente del Quilmes A.C, Mateo Magadan. Pero, finalmente, esto no sucedería, aunque la palabra final se tomará este miércoles.
Los dos motivos esgrimidos es la actualidad en materia de seguridad que pasa por la provincia de Santa Fe. La policía, ante los últimos sucesos en la localidad de Rosario, no pareciera querer abrir otro foco de conflicto. El segundo, las presiones de Unión y Colón, que quieren ser ellos los primeros en recibir las visitas.
El partido está programado para el último fin de semana de marzo. Ese fin de semana también tendrá el debut como local de 9 de Julio en el Federal A, con la visita de Sarmiento de Resistencia (Chaco). Por ahora, en esta categoría, no están permitidas las visitas. Pero, con esta realidad, nunca se sabe.
Lo cierto es que las gestiones permiten la pregunta: ¿se pueden recibir visitantes en Rafaela? Por un lado, nadie puede negar la importancia que tiene esto en la actividad económica de la ciudad: hay personas que consumirían en la ciudad (comida, combustible, alojamiento, etc) que normalmente, no lo harían, lo que implicaría un crecimiento económico. Por el otro, sería destinar decenas sino cientos de oficiales durante tres horas (lo que dura, al menos, un operativo entre la recepción, partido y salida de los visitantes) a un estadio de fútbol, cuando la manta es corta y se necesitan en otras partes de la ciudad -o de la región- mucho más peligrosas.
Sin dudas, vale la pena abrir el debate.