Este 19 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Aire Puro, una jornada donde individuos, sociedades y gobiernos, debemos repensar profundamente sobre la crisis ambiental que estamos atravesando, y determinar acciones y medidas completas para mitigar la contaminación del ambiente.
El municipio, a través del Instituto para el Desarrollo Sustentable, ya concretó la entrega de 10 nuevos dispositivos para la disposición de colillas de cigarrillos, con el objetivo de extinguir el hábito de tirarlas en el piso.
El Estado tiene la firme intención de trabajar en la gestión específica de este residuo, y evitar que se genere suciedad en espacios concurridos por personas, como la GUR, el Complejo Ambiental, Control Público, la terraza del edificio municipal y el DIAT. También instituciones de la ciudad como el Hospital, la Fundación Progresar, el CRAR, UCES y UTN, quienes ya cuentan con estos tipos de cestos especiales.
Cabe destacar que todas las entidades se comprometieron a colocarlos en lugares visibles.
Recordemos que el Instituto Superior del Profesorado “Joaquín V. González” y la UNRaf, también cuentan desde hace 2 años con este dispositivo en sus instalaciones.
Sumar compromisos a la causa, saber que la responsabilidad es compartida y el compromiso es también ciudadano, sirve para evitar que este tipo de residuos contamine.
El municipio invita a las y los ciudadanos a modificar hábitos y actitudes respecto a las colillas de cigarrillos, recordando la iniciativa de depositar colillas apagadas en las botellas bien cerradas y sacarlas llenas los días martes, miércoles, viernes y domingo, con los residuos no recuperables y biodegradables para facilitar su recolección y correcta disposición.
El cigarrillo, la salud y el ambiente
Según la Fundación Interamericana del Corazón (www.ficargentina.org), nuestro país presenta una de las cifras de consumo de tabaco más altas de la región.
Pero también representan un problema ambiental, ya que el humo de tabaco ambiental (HTA) es un contaminante del aire sumamente peligroso. Este humo contiene alrededor de 4800 componentes químicos, de los cuales 69 son carcinógenos y muchos otros son irritantes, tóxicos y mutagénicos.
Según un estudio de National Geographic Society (www.nationalgeographicla.com) las y los fumadores de todo el mundo compran alrededor de 6,5 billones de cigarrillos al año. Si bien gran parte se desintegra al fumarse, no todo el cigarrillo se quema; es decir, billones de colillas quedan. Este estudio afirma además que solo una tercera parte de ese material va a parar a la basura, mientras que el resto es arrojado a la calle o a través de una ventana con indiferencia.
Por lo tanto, se transforma en un residuo peligroso, dañino para el ser humano y para el ambiente.