El 2022 fue el año de la campaña de seguridad vial Quién Pierde? que implementó la Municipalidad a través de la Secretaría de Gobierno y Participación. Se trata de un plan de trabajo para el abordaje de los problemas vinculados al tránsito de forma abarcativa, responsable e integradora.
Según los datos aportados por el Departamento de Patente Automotor de Rafaela, el parque automotor se caracteriza por la presencia mayoritaria de motovehículos. Los datos correspondientes al período 2012-2021 señalan de forma consistente que el 52 por ciento son motovehículos, mientras que el 36 por ciento automóviles.
En particular, al observar los datos más recientes disponibles para el año 2021, en la ciudad había 54.155 motovehículos registrados, lo cual significa una tasa de una moto cada dos habitantes.
En función de este elevado número de vehículos y la complejidad de la temática, desde el Estado local se elaboraron una serie de ejes que permitieron un trabajo sostenido en el tiempo con el objetivo de generar un cambio en la cultura vial de los rafaelinos y rafaelinas.
Uno de ellos fue la educación vial en todas las etapas: la niñez, la adolescencia y la adultez, a las cuales se llegó con capacitaciones en las instituciones. En estos espacios se buscó crear conciencia sobre la importancia de una conducta responsable en el tránsito a partir del respeto de las normas y el uso de los elementos de protección de la vida.
De esta manera, se pusieron en marcha los programas “Paseo Seguro” para las escuelas de nivel inicial y primario, “Mi primera licencia” y “Conductor designado” para jóvenes, “Gracias por respetar” para conductores y peatones, y “Educación vial en las empresas” para trabajadores y trabajadoras. En total, fueron más de 3.000 personas las capacitadas en todas estas instancias.
También estuvo “El plan federal de cascos”, una iniciativa de la Agencia Nacional de Seguridad Vial que se instrumenta en la provincia a través de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, y que contempló la entrega de 200 cascos homologados.
Compromiso y participación
El segundo eje fue el fortalecimiento del control del tránsito a partir de los operativos para verificar el uso de elementos de protección, documentación y seguridad del vehículo, control de alcoholemia, acompañamiento a transportes de carga y el ordenamiento vial escolar.
Es importante tener en cuenta que el 73 por ciento de las personas que circulan en la ciudad en moto usan el casco obligatorio. Esta proporción aumenta en el centro y disminuye en las zonas más alejadas. También ocurre que de lunes a viernes se utiliza más el casco que los fines de semana, en especial los domingos. Estos días su uso disminuye considerablemente.
En el marco de los controles de tránsito, el Estado local también efectuó la compactación de vehículos que fueron retenidos y que no presentaban las condiciones estructurales exigidas por la ley. En total, se compactaron 58 autos y 561 motos.
Con respecto al tercer eje, se llevaron a cabo diversas campañas de concientización a partir de soportes comunicaciones para llegar a la mayor cantidad de la población con un mismo mensaje. En este sentido, se puede mencionar la campaña “Viajá Seguro” y el refuerzo de consejos y recomendaciones en fechas especiales vinculadas a la seguridad vial.
Durante el año pasado, desde la Secretaría de Gobierno y Participación se puso mucho empeño en formar y brindar nuevas herramientas para la labor cotidiana al personal de Protección Vial y Comunitaria. Los temas tratados fueron “Ley Micaela”, gestión de conflictos, trabajo en equipo, Ojos en Alerta y la actualización sobre nueva normativa de seguridad vial.
Cabe destacar que en todo este trabajo fue clave el compromiso y la participación ciudadana que se fue construyendo a partir del vínculo entre el municipio, las instituciones y las empresas que se sumaron a la propuesta.
El último eje de todo este amplio plan lo constituyó el sistema de información que se elaboró con los datos recabados de las acciones implementadas, porque resulta clave contar con información confiable y oportuna para planificar intervenciones más eficaces en la seguridad vial y aprovechar con más eficiencia los recursos. Vale remarcar que el municipio cuenta con un proceso de sistematización de datos sobre la situación del tránsito de Rafaela desde hace varios años.