El Concejo Municipal de Rafaela aprobó en la sesión del pasado jueves la modificación de los artículos 2° y 3° ordenanza art. 2 y 3 de la ordenanza N° 5394 en donde se regula la imposición de nombres para calles, barrios y espacios públicos. Se había aprobado en agosto del 2022 y decía que, a partir de ese momento, la mitad de las nominaciones tenían que ser de mujeres. Pero, nunca se llegó a la práctica y, de hecho, ante la primera prueba de fuego, lo que se hizo fue cambiar la normativa. Esto motivó un comunicado de la Asamblea Feminista de Rafaela, en rechazo a esta decisión.
En un comunicado dado a conocer este viernes, la Asamblea Feminista recuerda que “En noviembre de 2017 se sancionaba en nuestro país la Ley de Paridad de Género en Ámbitos de Representación Política (Ley 27.412). Esta ley, es la que ha permitido, en muchos casos, que mujeres que antes no hubiesen sido incluidas en la lista de su partido, deban serlo. Y así, como en muchos otros casos, estuvo primero la ley y luego, de a poco, la comprensión y aceptación a regañadientes, “hasta que todo sea como lo soñamos”, en palabras de Paco Urondo”.
“Pero esta mañana (por la sesión del jueves), en el Concejo municipal, el bloque oficialista y dentro de él las tres mujeres que lo integran, aunque accedieron a sus cargos, además de sus méritos, por la ley que las ampara, votaron para modificar una ordenanza muy particular. La que disponía que, para equiparar la desigualdad histórica en los nombramientos de espacios públicos de la ciudad (calles, plazas, barrios, parques, etc.), se implementara la paridad de género. Entonces, por unanimidad, en agosto de 2022 se sancionó dicha norma, presentada por la concejala Valeria Soltermam”, mencionan.
“En la actualidad, tres barrios que necesitaban nuevo nombre (42, Los álamos y Villa Aero Club), solicitaron poder nombrar a sus sectores por fuera de esta reglamentación. Y así de sencillo, así de simple, con la impunidad que ostentan al tener la mayoría parlamentaria, modificaron la ordenanza y cumplieron el capricho de tres barrios que, al parecer, no encontraron a ninguna mujer, obra de arte, fecha, gesta o cualquier otra manifestación o hecho que refleje la importancia del género femenino y sea merecedora de esa distinción”, indican.
“Otro retroceso en derechos para nosotras, simbólico en este caso, como si no fueran suficientes los avasallamientos reales: brecha salarial, cantidad de hora en las tareas de cuidado, malas condiciones de empleo, desaparición de ministerios y programas que nos protejan especialmente, entre otros. Y la cuestión sigue con el destrato, la invisibilidad, la negación de nuestros aportes a la vida social y la falta de representatividad que genera para las generaciones futuras”, agregan.
“Hacemos un llamamiento a la reflexión a la sociedad rafaelina toda, frente a lo sucedido hoy. Entendemos que el caldo de cultivo de estos accionares es la misoginia explícita del propio presidente de la Nación, pero, así y todo, no nos resignamos ni nos quedamos de brazos cruzados” señalan.
“Responsabilizamos a quienes presentaron el proyecto de modificación de la norma, a saber: Alejandra Sagardoy (Unidos para Cambiar Santa Fe – UCR), Ceferino Mondino (Juntos por el Cambio – PRO), Mabel Fossatti (Unidos para Cambiar Santa Fe – UCR), Lisandro Mársico (PDP), Carla Boidi (Unidos para Cambiar Santa Fe – PDP) y Augusto Rolando (Juntos por el Cambio – UCR). Ellos solicitaron modificar la ordenanza para que los vecinos y vecinas de tres sectores de la ciudad, no sean alcanzados por ella y puedan definir el nombre de su sector por fuera de esta reglamentación”, sostienen.
“Si bien una de las condiciones inherentes al ser humano es la contradicción, cuando ésta atenta contra la sociedad, específicamente con un sector vulnerable de la sociedad, como somos las mujeres, no podemos dejar de marcarlo. A las tres concejalas que hoy nos dieron la espalda, les reclamamos coherencia. Y representación. Y memoria. Estamos también, como Asamblea, para apoyarlas cuando sea necesario, porque el patriarcado no se resigna a vernos crecer, y ellas pueden ser, en cualquier momento, nuevas víctimas de este sistema que nos sigue oprimiendo e invisibilizando”, remarcan.
“Como contrapartida, vaya el reconocimiento a la concejala Valeria Soltermam y su bloque de pertenencia, cuando hizo uso de la palabra para expresar su rechazo a la modificatoria. Citando a la doctora en letras y lingüista María Laura Pardo, la edil rescató la idea de que “reflexionar sobre lo que decimos y por qué lo decimos puede ayudar en la lucha por la igualdad de géneros, porque las palabras son el modo, la forma y la manera en la que moldeamos el mundo que nos rodea””, reafirman.
“Identificar los más mínimos resquicios por donde se cuela la cultura machista es una tarea necesaria para deslegitimarla. Las denominaciones del espacio público referidas a mujeres, son una de las tantas maneras en que se puede empezar a reparar alguna, aunque sea, de las desigualdades históricas que hemos sufrido a lo largo de los tiempos”, completan el comunicado.