El exsenador por el departamento Castellanos, Raúl Stradella (1983-1987), indicó que rechazó aportes por parte del juego clandestino a 9 de Julio de Rafaela, clásico rival de Atlético, cuando fue presidente del “León”, entre 1994 y 2004. Y quien le hizo el ofrecimiento no fue, ni más ni menos, que quien hoy está sospechado de ser el organizador de una asociación ilícita, Leonardo Peiti. De acuerdo a las investigaciones rosarinas, éste estaba asociado a David Perona, quien falleciera hace exactamente un mes de COVID.
En declaraciones a Aire de Santa Fe, el radical se manifestó en contra del voto radical en la Cámara Alta, que rechazó el desafuero a Armando Traferri. Así se posicionaron sus correligionarios Felipe Michlig, Orfilio Marcón, Germán Giacomino, Hugo Rasetto y Leonardo Diana.
“Acá hay un grado de la Justicia involucrado con este tema de la timba, y ni hablar de la Policía, porque uno de los lugares donde se producían los ingresos de este tráfico está ubicado a 10 metros de la puerta de la Jefatura de Rafaela”, dijo y también mencionó a Perona: “vivía en el mismo edificio que yo, y mucho antes de que saltara todo eso yo ya le había pedido al consorcio que lo expulsara. De Peiti para abajo, todos son conocidos en la ciudad de Rafaela. Para tener esa influencia a nivel provincial hay que tener una banda bien organizada”, sentenció el radical.
Peiti es, según los fiscales rosarinos Schiappa Pietra y Edery el organizador del juego clandestino en esa ciudad. Y de acuerdo a su investigador, socio de Perona. De hecho, sobre “el rey del juego clandestino” pesaban dos prisiones preventivas, una de ellas, dictadas en la ciudad del sur. Y Peiti tenía una trama de protección que incluía a Traferri, al Fiscal Regional de Rosario y uno de sus colaboradores, según los hombres del MPA.
“Durante muchos años, fui presidente del Club Atlético 9 de Julio de Rafaela. Todos sabemos que para participar en el fútbol a nivel provincial y nacional hace falta mucha plata. Una de las primeras visitas que recibimos fue la de Peiti, ofreciéndonos un ingreso muy significativo para la institución a través del juego clandestino. Conociendo cómo se manejaba, lo saqué volando. Pero esto no es algo nuevo, hace muchos años que funciona esta connivencia entre la actividad judicial, política y policial”, recordó.