El fiscal de San Cristóbal, Héctor Aiello, imputó a cuatro médicos por la coautoría del homicidio culposo de Santiago Zapata Demichelis, de sólo 15 años. Por ahora, siguen en libertad.
Se trata de un cardiólogo de 40 años, que al momento de los hechos era vicedirector del nosocomio; un psiquiatra de 36; una médica de 45; y otra, de 26. Se los acusa de una actuación negligente, que no permitió que el adolescente tuviera la atención médica necesaria para salvar su vida.
El hecho ocurrió el 2 de marzo de 2020, a poco más de dos semanas antes del comienzo de las restricciones por la pandemia. El joven había sufrido un fuerte golpe en la cabeza y junto a su madre, se dirigió al SAMCo de San Cristóbal, en Cochabamba al 1400.
Según el fiscal, “la médica de 26 años imputada -cuyas iniciales son ALF-, recibió al paciente y desestimó las consecuencias del golpe”. En tal sentido, remarcó que “sin realizar el examen físico pertinente, la profesional le diagnosticó síndrome confusional, causado por una presunta intoxicación por marihuana”.
“La médica intentó comunicarse con el psiquiatra investigado -de iniciales RAP-, y aunque no lo logró, le colocó suero a la víctima”, narró Aiello. “Pasadas las 4:00, Demichelis presentó nuevos síntomas y, por teléfono, el entonces vicedirector del hospital -cuyas iniciales son GI- ordenó medicarlo”, agregó.
“Recién alrededor de las 11:30 de la mañana, RAP revisó al paciente y constató que el cuadro era neurológico, por lo que le pidió a la cuarta imputada -de iniciales MLA-, que coordinara una derivación urgente”, sostuvo el funcionario judicial.
De acuerdo con lo señalado por Aiello, “Demichelis sufrió un paro cardíaco mientras lo trataban por consumo de estupefacientes y, aunque intentaron reanimarlo, falleció”. Al respecto, el fiscal subrayó que “en contra del diagnóstico del SAMCo, la autopsia reveló que la muerte fue producto del golpe en la cabeza al que ninguno de los profesionales le prestó atención”, y aseveró que “no tuvo relación con la ingesta de drogas”.
Debida diligencia
El representante del MPA enfatizó que “en la conducta de los cuatro imputados hubo una clara ausencia de la debida diligencia”. Explicó que “a la víctima no se le practicaron análisis de sangre ni de orina, lo que hubiese permitido al menos corroborar la presencia de marihuana o de otro tipo de estupefacientes en el organismo”.
“Tampoco se propusieron diagnósticos diferenciales ni se realizaron estudios con aparatos y evaluaciones físicas completas”, planteó. “Con una revisión acorde con los protocolos profesionales, se hubieran percibido los signos del golpe al que la madre de Demichelis se refería constantemente durante la internación”, añadió.
Por otro lado, en cuanto al tiempo transcurrido desde el hecho ilícito, Aiello explicó que “para llegar a la imputación llevamos a cabo múltiples tareas investigativas que permitieron identificar a los responsables de la muerte de la víctima”, y valoró “los aportes de los especialistas en medicina forense que consultamos”.