En la mañana de hoy, por orden del juez de Faltas, Rubén Pavetti, personal de Protección Vial y Comunitaria, Agencia de Seguridad Alimentaria (ASAL), Obras Privadas y Medioambiente procedieron a concretar labores de inspección en un autoservicio que fuera clausurado de manera preventiva en la jornada del martes, luego de que una niña recibiera una descarga eléctrica de una heladera mientras se encontraba realizando compras junto con su padre.
Establecidos en el local, ubicado en avenida Brasil al 700, los inspectores detectaron más de 400 kilos de alimentos en mal estado, entre ellos, carne vacuna en descomposición; fiambres y embutidos que no cumplieron con la cadena de frío; carnes congeladas sin fecha de ingreso determinada; quesos y lácteos en mal estado y con fecha de vencimiento cumplida; fideos frescos en mal estado de conservación.
Por otra parte, verificaron que las condiciones de infraestructura, funcionamiento de los equipos para conservación de alimentos (heladeras y cámaras de frío) y seguridad del lugar no son las adecuadas y exigidas por las reglamentaciones vigentes.
Finalizado el procedimiento, los alimentos decomisados fueron trasladados al Relleno Sanitario, ubicado en el Complejo Ambiental Rafaela, para su disposición final.