Con protocolo, arrancaron los festejos de 5° año para el “último primer día”

Al igual que todos los comienzos de clases, los chicos que terminan la secundaria quieren festejar su “Último Primer Día”, más conocido por las siglas UPD. Muchos se preguntaban si se podría desarrollar en este 2021 pandémico, todavía azotado por el coronavirus. La respuesta fue afirmativa, aunque con protocolos. De hecho, esta mañana de lunes se pudo ver a los chicos del Colegio San José festejando en la plaza 25 de mayo. Pero también en la región: los chicos del 6to año de IDESA recorrieron las calles de Ataliva.

En declaraciones a FM Galena, la secretaria de Educación de la Municipalidad de Rafaela, Mariana Andereggen, explicó como se llegó hasta esto: “hace tres años que armamos un acuerdo que se desarrollaron sin inconvenientes, a diferencia de lo que venía sucediendo con anterioridad. La escuela no se hace cargo hasta que ingresen a la escuela, la GUR y Control Vial y Comunitario los cuidaban a los chicos en la calle y los padres se hacían responsables. Pero ese formato que funcionó, iba en contra de las normativas sanitarias”, dijo

Finalmente, se habilitó un festejo nocturno, pero con los horarios y los cupos habilitados. Y como hay menores, está prohibido el consumo de alcohol. “No hay ninguna habilitación especial”, dijo Andereggen. “Pueden quedarse hasta las 1.30 o 2.30, depende de los días. Pero no pueden estar en la calle hasta las 6 porque la circulación está prohibida”, agregó.

La funcionaria explicó que, para no incumplir con los protocolos sanitarios en las escuelas, no ingresan a los establecimientos, sino que deben ir de un lugar público a otro lugar público. En este sentido, los padres deben notificar a los padres donde inician y dónde termina el recorrido. Ellos también tienen que estar presentes (1 cada 10 adolescentes) y hay agentes de PRevención Vial y Ciudadana que los acompañan.

No está permitido el uso de pirotecnia ni tirar papeles.

No hubo inconenientes en los últimos años.

Anoche, una escuela privada.

Si no cumplen, los responsables son los padres.