Corina Vecchioli: "lo que se hizo no fue un escrache y no estoy arrepentida de lo que hice"

La excandidata a intendenta de la CC-ARI dijo no organizó la marcha del sábado. Escuchá sus declaraciones.

Corina Vecchioli: "lo que se hizo no fue un escrache y no estoy arrepentida de lo que hice"
Corina Vecchioli CC ARI Rafaela

Corina Vecchioli, nieta del célebre poeta Mario e hija del reconocido ex camarista Omar, no se mostró arrepentida de haber participado el pasado sábado del escrache en la casa del Dr. Ricardo Lorenzetti, ministro de la Corte Suprema de Justicia, que este martes debe decidir si acepta o no el per saltum para definir el futuro de tres jueces.

El hecho mereció el repudio de diferentes figuras de la política nacional, tanto del oficialismo como de la oposición. Sin embargo, a la ex-precandidata a intendente de la CC-ARI en las elecciones del año pasado, entendió que sólo se trató de una "petición a las autoridades" y que fue "en defensa de ellos, para que no se dejen apretar".

En declaraciones a "Buenos vecinos" (Radio 10), la rafaelina, que en las redes sociales apareció como la organizadora, dijo que "me dan un poder de convocatoria que no tengo" y que su asistencia allí no fue en representación de su partido político, sino como parte de un grupo de vecinos autoconvocados. "De hecho, yo no soy dirigente política, trabajo en el sector privado, en un comercio de la ciudad", agregó.

"Rafaela, a través de vecinos autoconvocados (de donde no soy organizadora ni participo, pero cuando he podido, participé) vienen organizando bocinazos los sábados a la tarde. Siempre vamos por el bulevar central. En este sábado tuvo una particularidad: hicimos un tránsito por la ciudad frente a nuestros representantes o funcionarios de los tres poderes del Estado. No fue un escrache. Es ejercer el derecho de peticionar ante las autoridades, establecido en el artículo 14 de la Constitución Nacional. Fuimos porque es el lugar de cercanía", dijo la politóloga, en diálogo con Pablo Dugan.

"Eran 10 autos tocando bocina. Eran todas personas de bien y que disponen parte de su tiempo del fin de semana para peticionar para que obren conforme a derecho. Están cercenando nuestra libertad para expresarnos. No hubo falta de respeto. Fuimos a decirle, que son los últimos garantes de la vigencia de nuestros derechos. Tengo a mi gente cercana con miedo por las represalias que pueden darse", concluyó.