El Concejo Municipal comienza esta semana con cuatro temas que figuran en la agenda de temas a abordar durante estos días de julio. Tradicionalmente, el Cuerpo Legislativo debía estar en receso a esta altura del año, pero la pandemia hizo que se modificara el receso invernal, que solo se verá reducido a la última semana de este mes.
Uno de los puntos que podría ser aprobado sobre tablas este mismo jueves será una nueva moratoria municipal. La misma no solamente será una ampliación de la que finalizó el último dia de junio, sino que contemplaría a los tributos municipales que no fueron pagados a lo largo del primer semestre, claramente afectados por la pandemia del COVID-19. Al igual que en la provincia, desde el DEM se propuso incluir a multas. Algo que no cayó bien en la oposición. Por ahora, hay solamente un anteproyecto. Seguramente, serán analizados en la reunión de comisión de este lunes y se verá si se llega a un consenso para aprobarla en la próxima sesión del jueves.
En esa misma sesión debería ingresar el proyecto de ordenanza para limitar la aplicación de agroquímicos en el distrito Rafaela. El primer proyecto fue presentado en 2012, para poner una línea agronómica: jamás llegó al recinto para su debate, porque siempre perdía estado parlamentario. Hoy, la ordenanza vigente (la N° 3.600) le traslada la responsabilidad al DEM, para que la fije con un decreto. En la actualidad, no se pueden aplicar agroquímicos hasta 200 metros. Con esta norma, impulsada por Brenda Vimo, se elevaría a 1.000 metros y se contemplarían producciones alternativas en el área "improductiva". La autora denunció "presiones" y "mensajes violentos". Seguramente, promete dejar a muchos insatisfechos, dado que hay varias posturas a adoptar (buenas prácticas agrícolas, 200, 500, 800, 1.000 y hasta 3.000 metros de restricciones).
Otro de los temas es el de la estación de servicios de la rotonda de Fanti y Suipacha. La familia Merli, que quiere realizar la inversión, apuntó al Concejo como los responsables de la demora en la habilitación. SIn embargo, en el Cuerpo Legislativo se defienden y dicen que no tienen expedientes para analizar, "pateando" la responsabilidad al Ejecutivo por no haber elevado nunca los cambios en el Código Urbano. ¿
Cómo evitar que solamente tome relevancia lo de la estación de servicio? La respuesta viene de la mano de un clásico de la política: "¿cómo esconder un elefante? Poniendo un montón de elefantes". Es decir: no solo elevando la excepción para esta inversión, sino modificando todo el Código Urbano, permitiendo edificios en altura en las avenidas principales, más altos, en más lugares, cocheras en edificios, zonas de absorción mayores para evitar inundaciones, etc.
Finalmente, el último de los temas sí deberá pasar por el Concejo es una última polémica generada con el DEM en torno a la auditoría externa. La ordenanza la había impulsado la oposición el año pasado y, en el marco de la pandemia, no llegaron con los tiempos. Cambiemos y el Frente Progresistas aceptaron cambiar la ordenanza, pero querían resguardarse la posibilidad de determinar cuáles serían las áreas a auditar. El potencial no está mal usado: en el texto de la norma no respetó el espíritu del cuerpo. De esta forma, el DEM podía determinar qué temas analizar el 2020 y la potestad le llegaría al Concejo recién en 2021. La primera reunión de la comisión terminó en un escándalo y acordaron cambiar, otra vez, la ordenanza. Algo que debería pasar en las próximas sesiones.