Más de 600 familias son asistidas todos los miércoles en distintas Cáritas de la ciudad. No sólo se les provee alimento donado por fieles, también desde muebles, productos de higiene personal , ropa, frazadas y todo lo necesario.
Jóvenes, niños y adultos por segundo año consecutivo, prepararon un almuerzo para compartir junto a los más necesitados y el lugar de encuentro fue adentro de la misma parroquia. También se hizo presente el Párroco César Cardozo.
Romina, integrante de Cáritas María Auxiliadora manifestó que "ésta jornada tiene como objetivo en primer lugar, estimular a todos los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y el derroche, haciendo propia la cultura del encuentro. La invitación fue dirigida a todos para compartir desde lo económico o desde el servicio, como signo concreto de fraternidad".
Continuó, este año bajo el lema "Este pobre que gritó y el Señor lo escuchó, hace hincapié en ir al encuentro del sufrimiento e imaginación en la que viven tantos y buscan refugio con el corazón destrozado, por la tristeza, soledad, exclusión".
"El Padre César incentivó una semana tanto a la comunidad como al colegio Estrada para ofrendar un aporte y poder realizar un almuerzo para más de 200 personas. Participaron todos los grupos tanto adultos como jóvenes. El signo de sentarnos con ellos a la mesa fue que sintieran que estamos en todo momento. El menú fue pollo al horno con ensaladas y tortas. Estamos muy agradecidos por tanta generosidad", finalizó.