Andrea Esnaola, era auxiliar en la Escuela Técnica 1 de Pehuen Co. Lo único que se sabe y se dice en la villa balnearia, es que se fue un rato antes del establecimiento, por calle Villanueva, en dirección contraria a donde vivía con Gustavo Martínez Ipucha, luego dobló en Murature y se dirigió rumbo a la playa, eso fue dicho por una testigo que la vio.
Aunque la salida anticipada a la hora que habitualmente dejaba su trabajo y el hecho de que no llevara su bolso, son los dos principales interrogantes que existen sobre el destino final.
Marcela Pintado, es amiga de Andrea Esnaola, hace 4 años que no puede creer como no se supo más nada de ella. «Recuerdo ese 15 de julio, comimos juntas al mediodía, se fue a trabajar y nunca más supimos nada» sostuvo ante Canal Siete.
En un momento se involucró al esposo Gustavo Martínez Ipucha quien cuatro días después de denunciar el caso ante el destacamento policial, fue encontrado con un disparo en la cabeza en la zona de Punta Tejada, estuvo varios días internado y luego fue derivado a una clínica psiquiátrica en Punta Alta. La pareja llevaba varios años radicada en el balneario.
El hombre manifestó a la producción de Canal Siete y habló de su inocencia y su enojo con los medios «dijeron e inventaron cualquier cosa, no solo me ensuciaron a mí, sino que nunca indagaron e investigaron la verdad».
Además agregó «no puedo creer lo que pasó con Andrea, intenté suicidarme, porque todavía no asumí que nunca más haya aparecido, perdí un ojo y tengo una bala alojada en mi cabeza, no sé cuánto me quedará de vida, pero quiero que sepan, que yo no fui y eso la familia de Andrea lo sabe y me apoya, estoy destruído».
La causa aún sigue abierta, pero sin rastrillajes, no hay pruebas concretas, ni testigos, el paradero de Esnaola sigue siendo un misterio.
Fuente: Canal siete bahía blanca