El femicida de Posadas insiste en culpar a la víctima de querer extorsionarlo con imágenes de ambos desnudos grabadas en el celular. Pero este argumento, no sería más que un intento de difamar a Antonella Bernhardt, asesinada el jueves, se desarma por sí solo.
Fue el propio Cristian Daniel Vargas, autor del femicidio, quien se llevó el celular de Antonella. Antes de que lo detuvieran formateó el teléfono de su víctima.
¿Si allí estaba la prueba de la extorsión que generó el forcejeo y la posterior muerte de Antonella, segú él, por qué borró sus imágenes?
Según Vargas, ella ella había tomado con su celular d ambos sin ropa y se las enviaría a su esposa si no le entregaba dinero. Agregó que, en el forcejeo por el celu también quiso sacarle el cuchillo que ella ella habría tomado y con el que terminó apuñalada.
¿Por accidente? Eso es lo que le dijo el femicida al juez Fernando Verón. El hombre, gastronómico, es experto en manejar cuchillos según se puede observar en sus tutoriales en la web. Antonella, herida en la garganta, murió desangrada.
Vargas, quien dijo que temía que su mujer se enterara de su "infidelidad", fue imputado por "femicidio". Al detenerlo, comprobaron que el celular de la víctima había sido formateado o modificado en su contenido, de modo que se perdieron sus archivos.
Pero la casera Viviana González golpeó y preguntó cómo estaba Antonella. Entretanto la vecina Ivana llamó al 911, una empleada del inquilinato grabó la escena y se vio a Vargas salir, cerrar con llave, simular un diálogo con su víctima (ya estaría muerta), le arrancaron las llaves de su mano derecha y huyo con un portafolios al hombro. Todo con absoluta sangre fría.
La casera, su nieto y la inquilina vecina, abrieron y se encontraron con el cuerpo semidesnudo de Antonella (solo con la parte inferior de su ropa interior), sin signos vitales y en un charco de sangre en la habitación junto a su cama.
Minutos después,la Policía deteuvo a Cristian Daniel Vargas, de nacionalidad argentina y brasileña, nació en Porto Soberbo, Brasil, pero se crió en esta orilla del río Uruguay, en El Soberbio.
Vargas y Bernhardt se habían conocido hace unos diez días en una fiesta en el salón de eventos en el que trabaja el presunto autor del femicidio como fotógrafo. El local de fiestas Servicios Giselle está en la zona Oeste de Posadas, avenidas Jauretche y Blas Parera, propiedad de la familia de la esposa del imputado.
