El Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio afectó a diversas prácticas, entre ellas a las deportivas, y el caso de los misioneros no fue la excepción. Torneos suspendidos, competencias reprogramadas, y algunas directamente canceladas, hicieron que referentes de distintas disciplinas se readecúen para volver al ruedo una vez que la vida vuelva a la normalidad. Vía País habló con el tenista Ezequiel Monferrer de la ciudad de Posadas, el basquetbolista Stefano Pierotti de Puerto Rico, y el atleta Agustin Da Silva de la ciudad de Oberá.
En el caso del tenista Monferrer, venia jugando torneos antes de la cuarentena, cuando en enero había iniciado una gira en Sudamérica por Ecuador, Colombia, y Paraguay. "Habíamos jugados tres torneos y se venía una gira por Europa que se tuvo que modificar", indicó. El plan era continuar con una gira de seis semanas por Italia, y una gira previa al Roland Garros por Francia. "Todo lo que tenía en el calendario hasta esta fecha tuvimos que cancelar todo y ahora solo toca esperar ver cuando se reanuda".
Mientras tanto Ezequiel buscó mantenerse a punto para no perder el ritmo. Si bien fueron dos meses en que no pudo pegar a la pelota, el joven asegura que no perdió el ritmo, "me adapte rápido, hacia trabajo en casas con pelotita y raqueta, para no perder la sensibilidad". Sobre el trabajo físico nunca se detuvo "tengo la suerte que mama tiene un gimnasio entonces todos los elementos que necesitaba para hacer físico en casa los tenia a disposición".
La fecha estipulada de inicio de las competencias en Europa es el 31 de agosto "hay que ver si puedo salir de Argentina, si hay vuelos, como ir hasta Buenos Aires, que torneos se hacen, cuando se hacen, ver que torneos nos convienen jugar, armar un nuevo calendario". Monferrer también indicó que el factor económico influirá "está complicado, tenemos que ver si conseguimos sponsors, ahora no tenemos".
Por su parte, Stefano Pierotti que a finales del año pasado había comenzado a jugar en Blackstar Club de Basquet de Santa Catalina, Brasil, contó que con su equipo ya había realizado la pretemporada y se encontraban a 5 días de empezar el campeonato. "Nos cancelaron a último momento. Justo mi familia andaba por acá y me volví a hacer la cuarentena en Puerto Rico".
Las primeras semanas el club le mandaban la rutina de entrenamiento y él las realizaba en su casa "me lleve unos pesos y algunas cosas para entrenar". A la cuarta semana los entrenamientos comenzaron a realizarse por Zoom, "ahí se nos hizo más llevadero porque podíamos mantener el contacto entre los jugadores y comisión técnica, hacíamos reuniones para ver cómo se sentía y como estaba cada uno".
Hace una semana atrás el torneo nacional en el que participaban se vio completamente cancelado. Sin embargo, Stefano igual partió de nuevo hacia Brasil, dado que el club jugará de todas formas el torneo estadual, equivalente al provincial. "Ya arrancamos a entrenar todo el equipo. Todavía estamos haciendo trabajos individuales, muy poco colectivo, entonces todavía no puedo llegar a decir de qué manera me afectó, tenemos que acostumbrarnos a jugar en equipo a los sistemas, pero todavía es pronto".
En caso del atleta obereño Agustín Da Silva, indicó que se suspendieron todas las carreras de este año y la única que llegó a participar, fueron las dos primeras fechas del Gran Prix Nocturno que se realizó el Oberá, que también se vio interrumpido. "Teníamos planificado correr carreras afuera y en el país, el objetivo principal era clasificar al Sudamericano." Da Silva además estaba convocado por la Federación Argentina de Atletismo para participar en los Grand Prixs Sudamericanos que también fueron suspendidos.
En la primera etapa de la cuarentena, el joven obereño entrenaba en su domicilio. "No fue muy fácil porque tuvimos que modificar muchas cosas, adoptarnos al entrenamiento nuevo. Era no correr y hacer ejercicios de fortalecimiento. A mí me vino bien porque estuve trabajando muchos puntos débiles que no trabajaba cuando entrenaba normalmente, ese fue el lado positivo".
Actualmente el municipio les habilitó un espacio en el club Aemo, que cuentan con dos canchas de futbol, donde pueden correr, hacer ejercicios y entrenar cambios de ritmo. "Al no poder correr nuestra capacidad aeróbica bajo un poco. Tratábamos de mantener también con ejercicios físicos aeróbicos. Mi profe que es de Entre Ríos me manda series de videos, y los trabajos los voy realizando de acuerdo a los días que él me da".