Tras el anuncio de Mauricio Macri respecto de su renuncia a la candidatura, en Juntos por el Cambio se concentran en ordenar el escenario entre los competidores que siguen anotados. Sobre esto se centrará la reunión de este miércoles entre los principales referentes del PRO, la UCR y la CC, convocados para escuchar “los acuerdos programáticos” que expondrán los equipos técnicos.
Con este nuevo escenario, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich competirán entre sí y contra los candidatos del radicalismo. Eventualmente, desde el PRO María Eugenia Vidal podría sumarse a la carrera presidencial.
El juego quedó abierto en varios planos. Uno de ellos se discute en voz bien baja: el diseño de los binomios presidenciales que deben competir en las PASO.
Macri, por ejemplo, no está convencido de que Juntos por el Cambio ofrezca al electorado una “fórmula cruzada”, a diferencia de lo que pregonaron en la precampaña del verano Rodríguez Larreta y el radical Gerardo Morales.
“La fórmula cruzada es la garantía para tener una coalición de Gobierno y no solo un armado electoral como fue Cambiemos en 2015″, dice Morales. Cuando se le preguntó si acompañaría en una fórmula presidencial al jefe de Gobierno porteño, sorprendentemente respondió que no tendría problemas en que Larreta fuese su vice.
Sin Macri, se espera que se estrechen los lazos entre el larretismo y la UCR para explorar el camino de las fórmulas cruzadas. “Sin dudas que ahora las negociaciones con Larreta van a ser más fáciles”, dicen desde el entorno. “Tenemos tres meses largos (el 24 de junio se inscriben las fórmulas para las PASO) para laburar la candidatura presidencial de Morales”, insistió otro radical, muy cercano al gobernador jujeño.
Dentro del radicalismo se valoró que Macri, entre los seis minutos del video de renuncia, haya destacado el valor de la unidad de la coalición.
La bajada de línea de Mauricio Macri
En el mensaje del domingo, Macri deja una advertencia: “Ahora tenemos que estar muy atentos porque en situaciones difíciles enseguida salimos a buscar una personalidad mesiánica que nos dé seguridad”. El apunte fue dirigido a Javier Milei, el líder de La Libertad Avanza. El diputado nacional lamentó la renuncia. “Me hubiese gustado ir a un balotaje con Mauricio Macri”, dijo.
Pese a su repliegue electoral, Macri no se resigna a perder cuotas de poder en el PRO. No le es fácil: “En las elecciones del 2021 solo pudo poner un legislador porteño”, comentó a este diario un dirigente de JxC. Hoy las encuestas coinciden en una imagen negativa superior al 70%.
“Me gustaría que Horacio Rodríguez Larreta se juegue más por Jorge Macri. Es más, se va a jugar”, dijo Mauricio Macri, buscando condicionar al jefe de Gobierno porteño, que tiene otras opciones: sus ministros Fernán Quirós y Soledad Acuña.
En realidad, la preocupación del expresidente no es tanto garantizar la jefatura porteña (que tiene el PRO desde 2007) para su primo, sino impedir que el radical Martín Lousteau gane las PASO y sea el candidato de Juntos para el Cambio para suceder a Rodríguez Larreta.
Para la reunión de JxC fueron convocados los presidentes partidarios, los precandidatos presidenciales y las cabezas de los equipos económicos, entre ellos el radical Levi Yeyati y el macrista Hernán Lacunza. Ramón Mestre, por la UCR, y Jorge Triaca, por el PRO, oficiarán de coordinadores.
Patricia Bullrich, Rodríguez Larreta, y Gerardo Morales prometieron asistir. También se esperan las presencias de Elisa Carrió y del peronista Miguel Angel Pichetto. Los dos, en algún momento, se declararon “presidenciables”. También estaría Luis Juez, flamante candidato a pelear la gobernación de Córdoba por Juntos por el Cambio. Desde la oficina de prensa de Macri, a un día de la renuncia, dieron a entender que no participará de la cumbre de los candidatos.