Patricia Bullrich se impuso en la interna de Juntos por el Cambio frente a su rival Horacio Rodríguez Larreta y se transformó de esa manera en la candidata presidencial de la alianza opositora, aunque en el búnker de Parque Norte reinaba la sorpresa por el “batacazo” del libertario Javier Milei, que abre un nuevo escenario político de cara a la elección general.
Con el 85,92% de las mesas escrutadas, la precandidata de “La Fuerza del Cambio” le ganaba al jefe de Gobierno porteño por el 17% de los votos, pero Juntos por el Cambio quedaba segundo detrás del líder de La Libertad Avanza. “Va a ser una elección peleada la próxima”, admitió Bullrich al llegar al comando de campaña, pasadas las 22.30.
Cuando todavía no había datos oficiales, Bullrich dio por ganada la interna frente a Larreta. “Ya me llamó, me felicitó y estamos coordinando todo”, comentó al bajar de su vehículo, confirmando las versiones que ya le daban un triunfo en casi todas las provincias. Minutos después se largaron los primeros cánticos de los simpatizantes: “Presidente, Patricia presidente”.
La vencedora de la interna hizo su aparición junto a su vice, Luis Petri, cerca de las 23.30. Brazos en alto, celebró que “Juntos por el Cambio ha hecho una gran elección en toda la Argentina”. “Hoy hemos dado un paso importante. El paso de un cambio que, en medio de la angustia, nos emociona y nos abre una esperanza”, destacó.
La postal conjunta llegó al final, cuando Bullrich invitó a Larreta y a su compañero de fórmula, Gerardo Morales, a subir al escenario. La exministra le agradeció a su rival “por su trabajo en esta elección”. “Juntos hemos hecho crecer a Juntos por el Cambio. Los vamos a convocar a todos ahora para ganar las elecciones generales y ser el gobierno que le cambie la vida a los argentinos”, prometió.
Pero más allá del resultado de la interna, en el Salón Ombú del Golden Center el dato que multiplicaba los rostros de asombro era la escalada de Milei. Desde el escenario, Bullrich lo felicitó y dejó a la vista la sintonía que hay entre ambos, lo cual complejiza la campaña de Juntos por el Cambio hacia los comicios generales.
“Felicito a Milei por la elección enorme que hizo. Hizo un aporte al debate y ha dicho, como nosotros, que no quiere que el Estado sea una cueva de La Cámpora”, afirmó. Antes, había dicho que el libertario “defendió muy buenas ideas” en la campaña.
La coalición opositora armó un búnker sobrio, sin el cotillón tradicional del PRO. Los aspirantes presidenciales y sus equipos se congregaron en dos “campamentos” separados, tras un cortinado negro, por detrás del escenario enmarcado por una pantalla gigante con el logo de la alianza. Los representantes de uno y otro lado intercambiaron datos y opiniones en una oficina “neutral”.
Puertas adentro del espacio “bullrichista”, la imagen más potente fue el abrazo en el que se fundieron la ganadora de la interna y un sonriente Mauricio Macri, quien había arribado al bunker algo más temprano. El expresidente había llegado a las PASO sin haberse pronunciado por ninguno de los dos aspirantes, aunque dejaba trascender coincidencias con Bullrich.
“Sumando lo de Milei, para nosotros es una mayoría enorme de argentinos que estamos planteando un cambio profundo como el que no se vio en décadas, que requiere mucho coraje como el que tiene Patricia”, enfatizó Macri. Además, sostuvo que “Argentina está dejando atrás un cambio de era” y que “a partir de mañana comienza un nuevo partido”.
Antes, el escenario fue copado por los precandidatos porteños y Jorge Macri, el postulante único del PRO, festejó la victoria en la interna sobre el radical Martín Lousteau, aunque por un margen menor de lo esperado.
“Juntos hemos logrado ampliar la base electoral en la Ciudad”, destacó el exintendente de Vicente López en la primera aparición desde el escenario junto a su contrincante de Evolución y los integrantes de las listas porteñas, al ritmo de la banda “Tan biónica”. Recién en ese momento estallaron los festejos, tras varias horas de silencio e incertidumbre.
Es que, mientras en el bunker de Unión por la Patria se sucedían las declaraciones de distintas figuras, en Parque Norte no había testimonios de renombre. Apenas se acercaron a hablar con la prensa el bailarín Maximiliano Guerra, precandidato a diputado nacional por CABA; la boxeadora Alejandra “Locomotora” Oliveras y el cómico Pablo Cabaleiro, más conocido como “el Mago sin dientes”.
Las caras de asombro ante los rumores sobre el crecimiento de Milei se multiplicaban a medida que avanzaba la noche, mientras los mozos iban y venían con bandejas de empanadas y pizzas, en un búnker abarrotado de periodistas, camarógrafos y personal de organización, donde tampoco faltó el servicio de café, medialunas, muffins y frutas.
Larreta: “Hoy estamos más juntos que nunca”
“Quiero agradecer a todos los argentinos que nos acompañaron en esta gran elección. No tengo dudas de que es el primer paso para consolidar el triunfo en octubre y gobernar el país”, aseguró el jefe de Gobierno, y felicitó a su contrincante: “Llevamos adelante una interna con mucha responsabilidad, que hace que hoy estemos más juntos que nunca”.
Sin embargo, reafirmó su discurso “dialoguista” y prometió “honrar los valores que propusimos”. “A todos aquellos que creen que la construcción de una mayoría amplia en base al diálogo es el camino, vamos a honrar el apoyo que nos dieron”, señaló.
“Vamos a estar desde mañana mismo trabajando para consolidar el triunfo en octubre. Vamos a estar juntos, siempre juntos. Y juntos vamos a llevar adelante la fuerza del cambio de nuestras vidas”, concluyó, unificando los dos slogans de campaña. A diferencia de Bullrich y Macri, no solo no felicitó a Milei, sino que ni siquiera lo mencionó en su discurso.
Cómo vivieron la jornada
Larreta arrancó la jornada temprano con una puesta en escena en Tigre, donde compartió un desayuno con su postulante a gobernador bonaerense, Diego Santilli, y otros precandidatos de la provincia y la Ciudad.
Luego, tras votar en la Facultad de Derecho, compartió un almuerzo con su familia en el restaurante Brigada, en San Telmo. Pasó la tarde en su departamento y después se trasladó a sus oficinas en Belgrano, para finalmente arribar al bunker de Parque Norte.
Bullrich, por su parte, concurrió a sufragar después del mediodía al predio de La Rural y tuvo inconvenientes para emitir su voto: según relató, tuvo que hacerlo unas siete veces porque la máquina de la boleta electrónica registraba fallas y los técnicos tuvieron que reemplazarla por otra. “Fue un desastre”, lamentó ante la prensa.
Tras almorzar en su domicilio, Bullrich pasó por sus propias oficinas frente a la Plaza de Mayo. Durante toda la jornada estuvo acompañada por su jefe de campaña, Juan Pablo Arenaza, su marido, Guillermo Yanco, y su equipo de prensa.