Caso María Marta García Belsunce: Pachelo, una perturbadora llamada y testimonios que no lo favorecen

Nicolás Pachelo está siendo juzgado por el crimen del country ocurrido en 2002. Las pruebas y comentarios sobre el contexto trazan un perfil que lo compromete cada vez más.

Caso María Marta García Belsunce: Pachelo, una perturbadora llamada y testimonios que no lo favorecen
Se espera que el nuevo juicio por el asesinato de García Belsunce dure tres meses.

Se realizó la tercera audiciencia por el crimen de María Marta García Belsunce, que lleva 20 años sin resolución. En esta oportunidad, todas las miradas apuntaron a Nicolás Pachelo, de 46 años, que protagonizó tensos pasajes durante la jornada.

Tras un inicio áspero entre los fiscales Patricio Ferrari, Andrés Quintana y Federico González y el tribunal, este lunes empezó la rueda de testigos en un juicio que podría llevar alrededor de tres meses.

Nicolás Pachelo.
Nicolás Pachelo.

En un primer momento, Ferrrari incomodó a Pachelo cuando entregó a los jueces una copia de dos entrevistas que el sospechoso realizó durante este fin de semana con declaraciones que “no hacen más que confirmar la teoría del caso de este Ministerio Publico Fiscal”, mencionó.

Por pedido de los fiscales, las entrevistas fueron incorporadas al expediente ya que, dicen, “demostrarían que al conocer el interés que generó el comienzo de este juicio” Pachelo decidió “dar notas para tener el dominio del caso”. Para justificar el pedido citaron a Roberto Ribas, que cuando defendió a la masajista, Beatriz Michelini, hizo lo mismo con una nota que había dado el viudo Carlos Carrascosa (77).

Los interrogatorios de este lunes tuvieron como protagonistas al exoficial de la Bonaerense Ángel Reinaldo Beserra (59), jefe de la Sub DDI de Pilar al momento del crimen; Anibal Pigoni, dueño de una concesionaria de Toyota en Pilar, que vivía justo frente a la casa de Pachelo entre el 2000 y 2011; y María José Díaz Herrera, amiga de María Marta.

Para Beserra, la hipótesis sobre Pachelo es “altamente positiva”

Cuando sucedió el crimen, Beserra era el titular de la subdirección de investigaciones de Pilar de la Policía bonaerense y fue uno de los primeros policías a cargo de las actuaciones por el crimen del country Carmel. El exoficial repasó los hechos, volviendo a 2002.

El testigo intervino en la causa pedido del fiscal Diego Molina Pico, quien empezó a investigar la muerte de María Marta, que ya había sido velada y enterrada sin que se le practicara la autopsia. Incluso desde antes que se confirmara que la socióloga tenía cinco disparos en la cabeza, Beserra ya investigaba a Nicolás Pachelo.

Carlos Carrascosa  y María Marta García Belsunce.
Carlos Carrascosa y María Marta García Belsunce.

“Fuimos con dos oficiales de grupos operativos y los peritos”, dijo sobre la primera visita al Carmel. Allí se encontró con Carrascosa; el cuñado de María Marta, Guillermo Bártoli; los hermanos Horacio García Belsunce e Irene Hurtig y la masajista Beatriz Michelini.

“Mi hipótesis, la que yo le decía al fiscal que había que seguir, era que había sido Pachelo por todo lo que había pasado, lo que tenía con María Marta por el tema del perro. Era una hipótesis altamente positiva para seguir”, dijo Beserra.

Cuenta que llegaron a él porque les informaron que “había una persona que tenía custodia desde que ingresaba al barrio hasta que salía”. “Fuimos a ver de qué se trataba, cómo era, por qué tenía custodia. En realidad era porque habían sucedido algunos hechos delictivos dentro del country. El robo del perro de María Marta, que en una llamada extorsiva reconoce a Pachelo”, expresó.

Anteriormente, Ferrari repasó lo sucedido con la mascota de la asesinada: “Meses antes de la muerte de María Marta le sustrajo a ella su mascota, su perro Tom, el hijo que con Carlos Carrascosa no habían podido tener para exigir un rescate”. Finalmente, el perro nunca apareció, pero ese episodio hizo que la víctima le tuviera miedo a su vecino, e incluso había solicitado que lo echaran del country, que había fundado su padre, el ya fallecido automovilista deportivo Roberto Pachelo.

“No había perímetros violados, el personal de vigilancia no había observado nada extraño. Había alguien que quizá haya entrado a robar y cuando lo descubren y lo reconocen, el desenlace no suele ser bueno, lo mismo pasa con los secuestros extorsivos, si lo conocés, es muy difícil que termine bien”, reflexionó Beserra.

García Belsunce tenía 50 años al momento de su asesinato.
García Belsunce tenía 50 años al momento de su asesinato.

“Cuando Molina Pico me dice que la familia había señalado a Pachelo, yo le decía que esta era la línea a seguir. No hay explicación de por qué un ladrón, cuando es normal, que no te conoce, maniata a las víctimas y las deja encerradas en el baño. Para que dé cinco tiros o seis, uno afuera, ahí había algo para tirar del piolín porque ¿por qué tanta animosidad de vaciar un tanque de arma para ejecutarla?”.

La perturbadora llamada de Pachelo a su madre

Una vez avanzadas las investigaciones, el personal de la DDI de Pilar intervino los teléfonos de sospechosos, y allegados a la víctima. Entre ellos, el de Nicolás Pachelo.

En una llamada que se dio a conocer este lunes se escuchó un violento cruce entre el acusado y su madre el 19 de diciembre de 2002.

Nicolás Pachelo: –¿Vos llamaste a la madre de Inés?

Silvia Ryan: –¿Cómo que le dije? Que estoy preocupada, que tengo miedo por ustedes.

NP: –Vos sos un horror, madre. ¿Sabés que sos un ser indeseable? En serio. Llamó la madre de Inés llorando. Vos sos… ¿sabés que sos una retrasada mental?

SR: –No, tengo miedo. Ándate a vivir a la casa de los padres de Inés.

NP: –Por qué no te vas vos a la concha de tu madre y te tirás por la ventana y me dejás de romper las pelotas. Infeliz.

La última frase es tan brutal como significativa, ya que Silvia Ryan, mamá de Nicolás Pachelo, se suicidó el 29 de mayo de 2003 tirándose del piso 11 de un departamento del barrio porteño de Retiro. Durante la escucha en el juicio, el acusado no se alteró ni nada por el estilo.

Dos testigos: un robo y el miedo a Pachelo

Aníbal Pigoni, dueño de una concesionaria de Toyota en Pilar, vivía justo frente a la casa de Pachelo entre los años 2000 y 2011. Él relató que había sido víctima de un robo, donde le faltaron “herramientas, palos de golf y una documentación del auto”. Esos palos de golf fueron hallados en una casa de compraventa de la Ciudad de Buenos Aires para revender y Pachelo había sido señalado como autor del robo.

El Country Carmel de Pilar
El Country Carmel de Pilar

Por su parte, la amiga de García Belsunce, María José Díaz Herrera admitió que el día de la muerte de María Marta, cuando aún no se sabía que había sido un homicidio, pensó en Pachelo.

Cuando el fiscal Quintana le preguntó por qué, respondió: “Una persona que desde que tenía 18 años había escuchado comentarios no favorables, le había robado el perro y le había querido sacar plata a María Marta cobrando un rescate... Era un pensamiento lógico”.

María Marta no tuvo la justicia que se merecía. A María Marta la mataron y el señor Pachelo está involucrado como el señor Molina Pico porque ella volvió a morir con toda la investigación mala que se hizo. Todo porque la Justicia no actuó como debería haber actuado y realmente espero que este juicio se actúe como tiene que actuar”, expresó la mujer.