Una pareja oriunda de Pergamino, denunciaron que les desarmaron el auto retenido en Villa María. Fueron a buscar el vehículo que le habían retirado en febrero por una infracción, pero lo encontraron sin ruedas ni estéreo, además de otros “detalles”. Aseguran que denunciarán penalmente a los responsables.
Una familia de trabajadores pergaminense, Eugenia y Germán Martínez pudo alcanzar el sueño de tener su primer auto, un Ford Fiesta modelo 96 “que anda muy bien”, según dijeron a un diario local. “Como todo el que tiene el primer auto, quiere usarlo, y así fue como en febrero de este año quisimos veranear en Córdoba”, relataron.
Al regresar de Villa Carlos Paz, los detienen en la ruta y como el vehículo no tenía aún la transferencia, se los retuvieron. "Volvimos a Pergamino e hicimos todo. La transferencia, pagamos la multa y con eso en orden regresamos hoy -por ayer- en colectivo a Villa María con la esperanza de volver en auto", relataron.
A las 6.45 estaban parados en la puerta del Juzgado de Faltas, "donde nos atendieron muy bien" y les dieron la orden de liberación del vehículo firmada por el juez Héctor Paschetto.
El segundo paso era ir a las oficinas de Federación Mercantil, que tiene la "guardería" de vehículos retenidos.
En el predio de Maciel y Jujuy comenzaron a ir mal las cosas. Notaron que los empleados se miraban entre sí, hablaban por teléfono y finalmente apareció un director que les pidió 30 días para concretar la devolución. "No lo podíamos creer. Nosotros no podemos volver a Villa María en colectivo a buscar el auto", relataron.
Empezó allí un peregrinar del matrimonio. Al Juzgado de Faltas, a la sede de Federación Mercantil, a la Municipalidad y otra vez a la empresa, donde finalmente les dijeron que debían abonar por "la estadía 123 mil pesos". "Mi marido les dijo que los iba a denunciar y empezaron con más vueltas.
Bajaron el monto de la estadía a 20 mil y luego a 15 mil, dinero que nosotros no tenemos", señaló.Pero entre tantas idas y vueltas, le dijeron la verdad: "No te podemos dar el auto porque le faltan tres ruedas y el estéreo".
No dudaron y se dirigieron a la comisaría, de allí, sin poder hacer la denuncia, un vecino se compadeció de la situación y los llevó hasta el predio de Uritorco y Mercedarios, donde ya no hay depósito vehicular.
"Los mismos vecinos de allí nos mandaron a un cementerio parque, donde tienen los autos guardados. El nuestro estaba: le habían cambiado las gomas, del estéreo no tenían noticias, tenía rotos los faroles delanteros y la puerta estaba abierta, cuando yo la había dejado con llave", remarcaron.
Les quedó resonando la frase del juez Paschetto, que procuró ayudarlos por todos los medios: "Siento vergüenza ajena", decía el juez de Faltas.
Después de gastar unos seis mil pesos entre pasajes de Pergamino a Villa María más taxis, debieron volver sin el auto y con la certeza de que no les queda otro camino que denunciar penalmente a los que les desguazaron el vehículo y encima, les querían cobrar.