Tal vez pasan desapercibidos los buenos deportistas que tenemos en nuestra ciudad, son muchos y entrenan con esfuerzo y no son solo deportistas, son trabajadores, alegres y optimistas. Vía Pérez, dialogó con algunos de los que participaron en la maratón que se realizó el pasado domingo en Pujato. Ellos cuentan su experiencia y la satisfacción que tienen de alcanzar una meta: superarse a sí mismos no por llegar a un podio sino para superarse en la vida.
Micaela Marinsaldi, tiene 27 años. Es la tercera vez que corre en una maratón, pero hacía bastante que no lo hacía. “Me inscribí porque estamos en un grupo de entrenamiento funcional con Javier Mateos, hacemos entrenamientos al aire libre. Hace poco que arranqué con el grupo, y ellos siempre que hay una maratón se inscriben”, dijo Mica orgullosa del grupo Functional Outdoor.
Una maratón que convocó a más de 200 participantes
Mica cuenta con pena que, por todo el tema del covid-19 no se están haciendo muchas maratones. Para ella es imposible contagiarse si se viven todos los protocolos, y en Pujato se cuidó todo al cien por cien. “Siempre se respetó el protocolo, la gente en la tribuna estuvo con barbijo, cuando se salía de la largada, tenías el barbijo y cumplíamos el distanciamiento, ni bien llegabas, te lo ponías de nuevo. No hay riesgo de contagios”, señala.
“Con Javier, el entrenador, hablamos de lo bueno que sería organizarlo en Pérez, quizá en un lugar de campo, porque por la ruta sería difícil ya que está muy transitada por camiones”, dijo con ilusión. Para ella, fue una experiencia muy buena. “Además hacerlo en grupo es muy lindo, no estaba sola. Al llegar a la meta, pensé: ahora siento ganas de ir por más, seguir entrenando, ponerme objetivos y llegar a más kilómetros”.
Edith Sasia, también entrena con Javier Mateos. Su primera maratón fue hace 19 años, cuando se hizo a beneficio de los abuelos del geriátrico municipal. “Me anotó una amiga, Carmen Nievas, que trabajaba en El Gurí. Empecé a correr un trote liviano porque era la primera vez y fueron 5K. Después de unos años corrí en una maratón nocturna que se hacía en Carcarañá y lo compartí con mi hija, la más chica. Me encantó haberla compartido con ella. Más adelante corrí dos más en Soldini”, dice Edith.
Al parecer, Edith volvió a animarse con la maratón de Pujato, gracias al incentivo de Javier. “Yo estaba de vacaciones en Buenos Aires y me enganchó Javier, porque él te incentiva. Yo lo hago tranquila porque lo quiero disfrutar”, señala con sencillez.
La maratón estuvo bien organizada. “Por el micrófono todo el tiempo recordaban que teníamos que respetar los protocolos y tener el barbijo puesto hasta la hora de salir”, remarcó.
Tal como lo expresó Edith, “llegar a la meta es una alegría inmensa, porque uno arranca con muchos nervios y toda esa adrenalina es genial, además correr todos juntos es buenísimo”, dijo. Ella tiene 47 años y una larga trayectoria en el deporte, sin embargo la incertidumbre le invade cuando los demás le ganan en ritmo y se pregunta: “¿llegaré o no?”.
“Llegar es maravilloso, porque decís: lo logré. No importa tanto el tiempo, porque yo no soy maratonista. A mí me interesa más llegar a la meta, a lo que me propuse. Me dio una gran alegría. Me gusta ver correr a mis compañeros y me quedé parada esperando para verlos llegar y gracias a Dios llegamos todos, me encantó y volví muy contenta”, expresó.
¿Por qué entrenar?
Edith: “Entreno porque me gusta, porque me quiero sentir bien, quiero tener fuerzas y si no entreno, en un par de días me siento débil. Por la salud y el bienestar, el entrenar me ayuda un montón a salir de algunos problemas cotidianos que uno pueda llegar a tener. Te despeja la mente”.
En Pérez debería haber una maratón. “Me encantaría que se haga en Pérez, se lo tendríamos que plantear con el profesor y los chicos, al Intendente, ya que acá en Pérez hay un montón de grupos y participaríamos todos y además la gente que viene de afuera, sería una fiesta. Me encantaría”, manifiesta Edith con entusiasmo.
Andrea Sacco, trabaja en un servicio de emergencia, es operadora de urgencia. Ella también se sumó a la maratón de Pujato, y adhiere a la idea de que en Pérez sería buena la idea de una maratón. Ella entrena dos veces por semana en el grupo LC running de Lucio Caccin. A veces sale a correr sola uno o dos días en la semana. “Tengo 44 años, tres hijos, pero dos de ellos ya son más grandes, por eso me acompañan por lo general mi marido y mi hija más chica, de ocho años”, explica.
Andrea tiene los minutos contados, es trabajadora esencial y trabaja a todo pulmón, especialmente en estos momentos de pandemia, sin embargo se hizo un tiempo para contar su propia experiencia. “No es la primera vez que corro, en el 2019 llegué a hacer una media maratón. Hace cinco años que estoy entrenando y lo hago porque me gusta realizar una actividad física”, dice.
El participar le dio satisfacción, “yo tengo resistencia, tal vez no tengo los mejores tiempos, pero lo hago más que nada por una cuestión de sentirme sana y hacer algo con mi cuerpo. Es un desafío personal con uno mismo, no me interesa hacer podio”, aclara. Como buena profesional de la salud, siempre hizo actividad física, “pero de grande comencé a correr. Me gustan las carreras de calle, pero prefiero la montaña”, dice sin dejar de mencionar que alguna vez participó también de una maratón en la ciudad de Córdoba.
Ezequiel Giménez, corrió 5k en esta maratón, pero no tuvo una buena experiencia. Tiene 35 años, es profesor de taekwondo y entrenador de trabajo de alto rendimiento al aire libre. Corre desde que tiene 14 años, “pero en maratones corro hace cuatro años, y ya participé en 30 carreras, pero haya perdido o haya ganado, yo siempre me voy contento de las maratones, sin embargo esta vez me fui angustiado”, comentó con desilusión.
“Me hicieron perder la carrera, porque a un grupo nos hicieron desviar por donde no teníamos que ir, y por eso llegamos primero que los demás. Uno de los que dirigía el circuito nos hizo doblar por el camino equivocado”, aclaró.
A mí no me importa el podio, no me interesa la medalla. A algunos chicos que corrieron los 10k, les pasó lo mismo y también los hicieron desviar un tramo. Se armó desorden y nos dio bronca cuando la gente de cronometraje nos llamó y nos dijeron que estábamos descalificados. Jamás nos pidieron disculpas y fue un error de la carrera, de la organización, no de los que corríamos. Eso nos pareció injusto. Nosotros no hicimos trampa, sino que nos desviaron para otro lado. Tienen que poner una persona capacitada para dirigir el circuito”, dijo con disgusto.
“Es la primera vez que participo en Pujato, pero no voy nunca más, porque yo me quiero ir contento de una maratón”.
Javier Mateos, nació en Pérez, y podría decirse que vivió dentro del Club Mitre porque allí hizo fútbol, tenis, golf. Le apasiona el deporte. Cuando terminó la secundaria se anotó en el profesorado de educación física porque quería seguir en el mundo del deporte. Estudió en el Isef N° 11 en Rosario. “Lo que más me gusta hacer es la parte no formal, trabajo con un grupo de entrenamiento al aire libre, que es el Functional Outdoor”, y Javier es el entrenador del grupo, el alma mater y quien animó a su equipo a participar en la maratón.
“En cuanto a la gente que está yendo a entrenar, estamos en el mejor momento porque somos un montón. La gente está con muchas ganas y elige entrenar al aire libre ya que es menos riesgoso en el contexto actual. Entrenar de noche, en verano era hermoso, la temperatura era perfecta, las noches re lindas. Ahora estamos empezando a entrenar a la hora de la siesta. Es un grupo es muy lindo, lo que siempre destaca la gente es que es un grupo muy unido, se integra rápido, te la pasás bien”, señala.
Javier es un hombre lleno de optimismo y buen humor, características esenciales en un buen entrenador. Se palpa la buena onda y los lazos de amistad que hay en el grupo. El entrenamiento requiere esfuerzo. “Es una hora que entrenás a full, pero cuando te das cuenta, terminaste, te vas de buen humor, contento y eso para mí es lo mejor”, manifiesta con gran entusiasmo.
“La parte física tiene mucho que ver porque hay que estar bien preparado, pero también hay mucho de motivación en la parte psicológica y anímica, porque hay que estar una hora corriendo, corriendo y no porque uno compita sino porque a uno le gusta y se quiere superar día a día. Hay que trabajar la parte emocional y motivacional para que los chicos estén siempre con ganas y no aflojen”, explica.
Y sin dejar de lado el buen humor, añade: “ahora se está complicando un poco, pero lo mejor del grupo son los asados que nos comemos cada dos semanas”.