Por este motivo la Jefatura de Policía separó preventivamente de la fuerza a tres policías del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional II de Oberá y de un cuarto ordenó el traslado a otra dependencia policial.
El hecho se produjo cuando un menor de 15 años fue detenido por el personal policías y cual denuncia a los uniformados por golpes y torturas durante el procedimiento.
Se tratan de cuatro efectivos a los cuales se le instruye una causa en el Juzgado de Instrucción 2 de Oberá, bajo los cargos de torturas agravados por el hecho de ser funcionarios públicos, circunstancias que se podrían agravarían aún más si se comprueba que pretendieron asfixiar al menor.
Asimismo, la fiscal de Instrucción Dos de Oberá, Myriam Estela Silke, aguarda el informe del Cuerpo Médico Forense que evaluó el estado de salud del menor, quien –según datos preliminares– sufre un cuadro psiquiátrico, además de las lesiones recibidas.