El día de ayer, la provincia entera se vio convulsionada por el fallecimiento de una agente del Servicio Penitenciario Provincial (SPP), de 25 años de edad y madre de dos niños, quien fue confirmada como caso positivo de COVID-19 cuando se hisopó en el Puesto Centinela. En menos de 24 horas se habría complicado su cuadro, derivando en el pedido de autopsia de sus familiares y, según los médicos intervinientes, el cuerpo ya habría sido derivado a Posadas para tal fin.
El caso tuvo repercusión durante el día de ayer, pero el deceso se produjo en la noche del miércoles, cuando la paciente fue trasladada de urgencia debido a una insuficiencia respiratoria y descompensación general, desde el hospital de San José –de donde es oriunda- hasta el Samic de Leandro N. Alem. Se trata de la víctima más joven en fallecer debido a la enfermedad en la provincia, ya que según datos oficiales, la fallecida precedente más joven y sin ningún tipo de comorbilidades tenía 29 años, lo que integra el 0,6% de los óbitos sin enfermedades de base.
La joven prestaba servicios en la Unidad Penitenciaria de Cerro Azul, donde recientemente había alquilado una habitación y vivía junto a sus dos pequeños hijos. Su muerte está contabilizada como una de los tres decesos en el parte epidemiológico del día de ayer. No presentaba comorbilidades.
“Es la primera vez que veo la descompensación de un COVID tan rápido. Ni 24 horas y se murió”, comentaron desde el hospital de San José, que debió enviar al Ministerio de Salud Pública un informe detallado del proceder en este caso particular. Se realizó el testeo en la mañana, se descompensó por la noche. En la ambulancia con la que se dirigía al SAMIC de Alem, le realizaron maniobras de resucitación y procedieron a intubarla, pero no pudieron reanimarla, por lo que tomaron la determinación de enviar nuevamente el cuerpo a San José y dar parte a la médica policial.
El camino transitado
La agente penitenciaria se realizó el miércoles por la mañana el testeo en el puesto Centinela y dio positivo a Sars-Cov-2. Lo realizó en este lugar, dado que no logró que se lo hicieran en el hospital de Cerro Azul, según explicaron familiares y amigos.
El nosocomio de San José elaboró un informe que ha sido enviado al Ministerio de Salud Pública debido a que la familia de la muchacha informó que darán curso a acciones legales, y a su vez, porque la muerte fue en tan poco tiempo -menos de 24 horas-, lo que representa una situación atípica que derivaría en dos posibles hipótesis: la paciente tenía una dolencia cardíaca que desconocía o bien pudo contagiarse con otra cepa del COVID-19.
“El miércoles por la mañana recibimos una llamada del puesto Centinela de que había una paciente positivo y se había descompuesto en el lugar. Nosotros la fuimos a atender, la trajimos al hospital. La paciente no quiso bajar de la ambulancia, se la medicó ahí y se la llevó a su domicilio. Según la paciente relataba, venía de Cerro Azul y desde hacía varios días se sentía mal, evidentemente no aguantó más y se vino para San José”, comentaron desde el nosocomio local. Se le administró metoclopramida intramuscular debido a que presentaba vómitos, según personal de salud.
“La atendimos, siempre hacemos una declaración jurada y le controlamos. Por lo menos una llamada al día. Como la paciente estaba con vómitos, no le podíamos dar la medicación recomendada para positivos COVID, que es ivermectina, azitromicina y además íbamos a esperar que cesen los vómitos para darle la medicación para COVID. Todo esto fue a la mañana. A la noche nos llaman de nuevo que la paciente refería que no se sentía bien, que le dolía mucho el cuerpo, el COVID es así: mialgia, cefalea, como una gripe fuerte. Fuimos a verla, le hicimos una medicación y volvimos, ella estaba bien. Siempre sugerimos internarla para hacerle suero e hidratación y no tuvimos el consentimiento de la paciente”, subrayaron desde el hospital de San José.
“A la noche, a eso de las 21, la trajeron y ya estaba descompensada. Fuimos en la ambulancia hacia Alem y llegando a Alem hizo una falla cardiorrespiratoria. Hicimos RCP y llegamos ahí, recibimos ayuda de los médicos de la guardia. Procedimos a la intubación mientras seguíamos con el masaje pero la paciente no salió de la falla cardíaca y falleció. Fue muy rápido todo, una paciente joven que aparentemente no tenía ninguna enfermedad de base”, comentaron lamentándose desde el personal de salud.
“No era paciente conocida de San José y preguntamos si tenía alguna patología o tomaba algún tipo de medicación; era una paciente sana, según lo que ella refería, sólo dijo que podía tener presión alta, pero nunca se controló”, remarcaron. “Desde Centinela le sugerimos internarla y ponerle suero; la paciente no quería bajar de la ambulancia”.
La autopsia ahora determinará si la víctima habría contraído otra de las cepas del Sars-Cov-2 y cuál de ellas sería. A su vez, personal de salud mencionó que “quizás ella haya padecido una enfermedad cardíaca y lo desconocía, y eso agravó su COVID”, concluyeron.
Fuente: El Territorio