La esposa de un trabajador del Hospital de esta localidad, una docente de estimativamente 30 años se “mezcló” entre el personal de Salud estratégico de dicho nosocomio y logró ser inoculada en enero pasado con la primera partida de las vacunas rusas SPUTNIK V arribadas a la provincia.
A raíz de esto, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el director del Hospital de El Soberbio, Alberto Báez, aseguró que “la vacunamos porque estaba en la lista de los docentes que envió el Consejo General de Educación de la provincia”.
El problema radica en que la mujer fue inoculada con ambas dosis de la vacuna rusa el 13 de enero y el 4 de febrero pasado respectivamente. Teniendo en cuenta el plan extendido de vacunación, que incluye a los docentes, comenzó recién el 27 de febrero. Es decir que la mujer fue inmunizada casi un mes y medio antes de que el Organismo enviara formalmente la nómina de docentes prontos a vacunarse.
Dentro de su discurso, Báez recordó además que la docente “es personal esencial del hospital” y precisó que era “personal administrativo”. Sin embargo, según las averiguaciones correspondientes, la misma no figura dentro del padrón oficial del personal de planta y contratados del sistema de Salud Pública provincial. Asimismo, también fue consultado sobre si la docente tiene alguna comorbilidad o enfermedad de base, a lo que contestó el Director con un rotundo y certero “no”.
La docente en cuestión, Ana Raquel Días, que por su DNI no cuenta con más de 30 años y trabaja en la Escuela N° 740 de esa localidad, ya cuenta con el esquema completo de vacunación, mientras que aún restan en la provincia vacunarse a médicos, terapistas y personal de salud en general; sumado a que más del 80% de los adultos mayores de 65 años y el 100% de las personas de 60 a 64 años aún no hay sido inmunizados, siendo que para este segundo grupo etario todavía no se han habilitado los turnos correspondientes.