Al cumplirse 106 años del fallecimiento de quien se convirtió en el primer santo argentino, fieles y visitantes se dieron cita en la plaza Centenario para vivir una jornada de fe y alegría.
El 26 de enero de 1914, el cura gaucho dejaba este mundo para convertirse en la persona más venerada de estas tierras. A partir de ese momento miles de personas llegan a su parroquia en busca de una esperanza y de un milagro. Y cuando estos se hicieron realidad y fue reconocido Santo todo se magnificó, para que cada día grupos de peregrinos visiten la villa y se congreguen en las fechas especiales honrando su legado.
El pasado domingo cientos de personas colmaron el atrio y la plaza celebrando la pascua de Brochero. Desde las 20 horas dio inicio con la santa misa presidida por Monseñor Araya y con la presencia de autoridades gubernamentales encabezados por el intendente Carlos Oviedo.
Luego, la fachada del santuario se pintó de colores a través del video mapping que dibujó con luces los contornos y proyectó imágenes que maravillaron al público; este espectáculo fue acompañado por las exquisitas melodías entonadas por Ensamble Serrano quienes brindaron pasajes de la Misa Criolla y del cancionero transerrano.
Más tarde, el intendente saludó a los vecinos y dio la bienvenida a los turistas que vacacionan en el Valle además de invitarlos a conocer, celebrar y disfrutar de la obra del Cura.