La vida del universitario durante la pandemia

A un año del aislamiento social, preventivo y obligatorio, recordamos los momentos vividos durante el encierro.

La vida del universitario durante la pandemia
Como viven los ingresantes universitarios, el primer año de un nuevo mundo académico en pandemia

Este sábado se cumple un año desde que el presidente, Alberto Fernández, decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia por coronavirus y fuimos obligados a ponerle pausa a nuestras actividades.

Algo que creíamos que “en 15 días termina”, pasó un año y todavía nos estamos acostumbrando a esta nueva normalidad. Donde el barbijo se volvió un accesorio indispensable y la frase “#quedateencasa” se volvió tendencia.

Fue un año dónde todo cambió, de muchos miedos, de pura incertidumbre, y de todos los días preguntarnos “¿esto cuando se termina y vamos a volver a la normalidad?”.

Se cumple un año de una pandemia que nos alejó de nuestras familias, amistades, de nuestras actividades y que sólo debíamos cumplir con una sola cosa, algo tan simple como quedarnos en casa.

Sin embargo, no todo fue malo. Este 2020 me ayudó a crecer tanto personal como profesionalmente, comencé a trabajar en un diario justo en el momento más complicado. Digo complicado, por qué era la primera vez que ejercía mi rol de periodista en uno y hacerlo sola desde casa me generaba aún más miedo. Pero por suerte me tocaron unas compañeras de trabajo en donde el compañerismo se destaca por sobre todas las cosas y lograron que todos esos miedos desaparezcan.

Cumplir con mi rol de informar en un momento de tanta incertidumbre no fue fácil, siempre buscaba la forma de hacerlo sin seguir generando más miedo del que la gente ya tenía. Trataba de buscar historias para contar, de gente que perdió su trabajo y tuvo que reinventarse para salir adelante, variar un poco de las malas noticias y generar algo de esperanza.

Pero estar en casa resultó algo positivo, pude aprovechar más tiempo en familia, que uno a veces con la rutina se los pierde. Cociné como nunca antes lo había hecho, aprendiendo de las recetas de mi mamá.

Aproveché la virtualidad para rendir materias, ya que tiempo me sobraba para estudiar. No voy a mentir en que fue bastante complicado, adaptarme a la plataforma de la facultad, realizar las consultas con los profesores mediante videollamadas, el mal funcionamiento de internet y entre otras cosas lo hicieron todo bastante difícil, pero con el tiempo me fui acostumbrando.

#quedateencasa
#quedateencasa

Si algo destaco del aislamiento, es que me llevó a pensar más en las cosas que me gustaban y las tenía olvidadas, a valorar más los momentos con mi familia y mis amigas que yo creía que iban a estar siempre, me llevó a inscribirme en una carrera nueva que hacía tiempo quería empezarla y no lo hacía por miedos. Un año que me queda marcado por la gente nueva que conocí gracias a esto.

Sin dudas el 2020 no fue un año perdido, fue un año de puras enseñanzas, un año para frenar, sacarnos miedos y hacernos más fuertes.