Una víctima de violencia de género comenzó a ser monitoreada mediante una pulsera electrónica en Mendoza. El sistema de geolocalización permite controlar, mediante monitoreo de 24 horas, si una medida de prohibición de acercamiento se cumple.
El dispositivo electrónico se colocará a los presuntos agresores y víctimas de violencia de género que se encuentren en una situación de agresividad considerada de alto riesgo y cuando sea necesaria su implementación para garantizar el efectivo cumplimiento de las medidas cautelares ordenadas.
La tecnología cumple funciones de verificación de presencia y localización dual. El sistema está compuesto por una pulsera y un dispositivo para el presunto agresor y un dispositivo destinado a la víctima.
Instalados los elementos, emitirán una señal continua que permitirá determinar la posición de los individuos. Una vez instalados la pulsera y los dispositivos, el presunto agresor no podrá acercarse a la víctima, debido a que la distancia de restricción se mantendrá.
Ante una aproximación indebida, los aparatos enviarán una alarma para desalentar el acercamiento del presunto agresor y advertir el acercamiento a la víctima y al Centro de Monitoreo y Gestión.
Esas alertas serán recibidas por el CMyG, que funcionará en el Centro Estratégico de Operaciones (CEO), y desde donde un operador entrenado y capacitado tomará las medidas establecidas en el protocolo de actuación.