Mientras la mayoría de los mendocinos observaban el debut de la Selección Argentina en la Copa del Mundo; a otro minúsculo puñado, el Mundial no le interesa en lo absoluto.
Luis y Jesús se encontraba parados en la puerta de una conocida cafetería céntrica, ambos hombres le estaban dando la espalda al televisor que transmitía el primer tiempo del partido del seleccionado argentino.
"No me interesa, hasta que no saquen el peronismo, el kirchnerismo, la mafia sindical y fútbol, este país no va a cambiar", contó Luis resignado a diario Los Andes.
"Este es el único país del mundo que se para por el fútbol", explicó. "No se para ni por las dietas de los diputados, ni por los sueldos de los jueces, que no pagan ganancias", agregó.
Si bien, Luis, confiesa no haber perdido el encanto por el deporte, dice que la cultura del futbol argentino los cansó refiriéndose así a los escándalos en los que se ha visto envuelta la AFA en cuanto a los jugadores y a los barrabravas. "No puede ser que los barrabravas estén institucionalizados", agregó Jesús quien se encontraba a su lado.
“Deje el fútbol en la época de Pasarella. Ahora juego al básquet”, aseguró Luis.
Un pequeño "break" Por otra parte, Silvia y Liliana fueron las únicas dos personas que tomaron el desayuno en las mesas exteriores de uno de los locales de la peatonal mendocina. Si bien, miraban el televisor de costado, Silvia confeso que tras el resultado del mundial pasado no tiene muchas esperanzas en el equipo nacional, aunque Liliana se mostró un poco más optimista.
