Las propuestas se recibieron por correo electrónico hasta el 15 de mayo, y quedaron preseleccionadas, según los requisitos de las bases, 178 obras que fueron evaluadas por los jurados de cada categoría. Se presentaron 43 trabajos en Cuento, 22 en Infanto Juvenil, 27 textos en la categoría Novela, 32 en Dramaturgia y 54 en Poesía.
El jurado de Cuento, compuesto por Marta Castellino, Roque Grillo y Leandro Hidalgo, decidió que la obra ganadora es Crónica de la Tremenda, de Sergio Fabián Amad, bajo el pseudónimo de Najul Kirillos. "A través de 14 relatos, más el prólogo y la conclusión, se logra una obra unitaria y original, en cuanto al tono y a la formalización de una voz narradora que asume la focalización de seres humildes, pretéritos y desconocidos, protagonistas de la Gesta de la Independencia, lo cual confiere asimismo unidad temática al volumen", destaca el jurado.
En Dramaturgia, quienes tuvieron la responsabilidad de elegir al ganador fueron Galo Bodoc, Daniel Fermani y Pablo Longo, quienes optaron por El río posible, de Oscar Navarro (Kikito). El jurado destacó que este trabajo cuenta con una estructura dramática sólida y coherente, una interesante y lograda construcción de personajes y el planteo de una problemática actual, de incidencia social e indagación en el mundo de la trata de personas.
Asimismo, este Jurado eligió señalar y recomendar la obra Blasfemia bar, presentada con el pseudónimo de Mar de noche, para su publicación y eventual puesta en escena, debido a sus méritos en cuanto a la composición de personajes y planteo de una situación dramática interesante, con una atmósfera fuera de lo común, que toca la problemática de la discriminación y el mundo nocturno, donde se desenvuelve una gran diversidad de identidades de género.
La Novela ganadora fue El mejor oficio del mundo, de Gonzalo Ruiz, quien se presentó bajo el pseudónimo A.R.A., elegida por el jurado compuesto por Andrés Cáceres, Pablo Colombi y Fabricio Márquez. Lo que se destacó de este trabajo es que "consigue hacer del lector un agradecido voyeur por el universo del periodismo gráfico, donde el protagonista, un pasante de inmenso candor y entusiasmo, cruza las puertas de un periódico mendocino para transitar allí su iniciación laboral, algo accidentada, ejerciendo el mejor oficio del mundo".
En cuanto a la categoría Poesía, Sabrina Barrego, Fabián Almonacid y Gustavo Zonana eligieron la obra de Cecilia Restiffo (Oax), Puntos de contacto. El jurado tomó en cuenta que "el poema manifiesta y pone en relieve un estado emocional originario; lo realiza de manera sincera, no impostada y sin pretensiones. Si el texto recoge las demandas de la coyuntura, estas no lo ahogan en el mero alegato o denuncia". El jurado agregó que el poemario revela conocimiento y dominio de estrategias formales y madurez de la voz expresada.
Finalmente, el ganador Infanto-Juvenil fue Omar Ochi, quien se presentó bajo el pseudónimo César Cuatropane, con Cuarenta formas de ser invisible. Presentó una colección de cuarenta microrrelatos para jóvenes lectores, un libro que se articula en historias breves pero contundentes, donde lo fantástico y lo cotidiano se funden y se confunden. Historias urbanas, que hablan de personajes a los que nadie presta atención o nadie ve.
El jurado compuesto por María Luz Malamud, Brenda Sánchez y José Luis Verderico destacó "la originalidad de la propuesta, sobre todo en cuanto a la estructura de estos relatos breves, la potencia de las imágenes y las temáticas que invitan a pensarnos".
A su vez, se resolvió mencionar por mayoría la obra La bailarina, un ogro y el circo de diminutas preciosidades, de Marisa Pérez Alonso (Semillón), por ser un texto juvenil, escrito con destreza poética, una historia fantástica donde el personaje principal femenino encarna una lucha por su libertad y sus derechos.
Cabe destacar que, debido al aislamiento y posterior distanciamiento social, preventivo y obligatorio, el Ministerio de Cultura y Turismo no recibió textos en papel para la edición 2020 del concurso.
Las medidas sanitarias decretadas por los gobiernos nacional y provincial, debido a la pandemia de COVID-19, obligaron a modificar la forma de interacción. Por eso se decidió que, este año y de manera excepcional, los trabajos para el Certamen Literario Vendimia, en todas sus categorías, debían ser presentados por correo electrónico.