Un obrero rural de Junín, Mendoza, recibió un depósito de dinero desde Córdoba que triplicaba lo que tenía en su cuenta bancaria.
Rodrigo Álvarez, que trabaja en una finca de Medarano y a pesar de la crisis que se vive por la cuarentena,a demás de quedarse en el anonimato con el dinero, lo devolvió. "Tranquilo, eso no es mío, voy a hacer lo que es correcto", le dijo Álvarez al depositante, Pablo Didier Stamatti, dueño de una inmobiliaria en Córdoba.
"Al poner el alias, me equivoqué en un punto. Sólo eso. Era el mismo nombre, el mismo banco, pero un punto diferente. No me di cuenta. Al avisarle a la persona que pensé que le había pagado, me dijo que ese no era él", comentó Stamatti quien fue dejando mensajes en las redes avisando que había hecho un depósito erróneo. Dependía por completo de la buena voluntad de la otra persona.
Stamatti, por su parte, sintió alivio al obtener la respuesta de Álvarez. "Me dijo que me quedara tranquilo, que lo iba a solucionar. Nunca titubeó: 'Voy a hacer lo que es correcto, eso no es mío'", resaltó.
Stamatti le ofreció un gesto de atención como recompensa, pero el obrero lo rechazó.